José Luis Martínez Almeida cuenta los días que le faltan para abandonar su título más representativo. Más, incluso, que el de alcalde de Madrid: el de "soltero de oro". Una etiqueta que no la hemos puesto nosotros, ni mucho menos. Fue el digital 'Vanitatis' el autor de un listado que sorprendía en 2020 por la composición de la clasificación. Una selección escacharrante de famosos con DNI español que se los rifarían en 'First Dates'. Los yernos y las nueras más deseadas del país, una cosa de locos. Aquella recopilación metía a gente como Rosalía, María Teresa Campos, Froilán... y al político popular, al que no había manera de emparejarlo. Y con 48 años la situación ya era alarmante. Ahora o nunca. Y mira, ha tenido suerte: no solo ha encontrado novia, es que incluso tendremos bodorrio. Pasará por el altar en abril con Teresa Urquijo, de 27 años y parienta lejana de los Borbones.
La edad no es un tema menor para explicar la falta de puntería amorosa del concejal madrileño; con el paso de los años la soledad impregna facetas cotidianas de manera contundente y reveladora. Cuestiones, eso sí, que quedan en la intimidad del protagonista y de aquellos o aquellas con los que haya podido hacer match fugazmente. Lo que no es admisible, sin embargo, es que quien haga públicas tus miserias sea una compañera de trabajo, y además, subordinada. Feo. Inmaculada Sanz, vicealcaldesa de la capital de España, ha pasado por los micrófonos de Federico Jiménez Losantos y ha dejado algunas perlas sobre la persona que se esconde bajo el alcalde. Lo ha destruido, vaya repaso: su apartamento es "penoso".
La indiscreción de Inmaculada es una gracia innecesaria. Que sí, que el primero que bromeasobre su incapacidad para encontrar su otra mitad es el Almeida, pero ensañarse de esta manera gratuita... La señora ha soltado que le regalará una "clásica mantelería", pero añadiendo que podría obsequiarle un gato de escayola, una escobilla de inodoro o cualquier cosa, porque "aquello da pena". Alguna vez que ha pasado por allí, se ha encontrado con Mordor. Especialmente en el frigorífico. Cualquier semejanza con un cuadro de Botero sería una casualidad digna de ganar el Euromillón. "No hay nada de nada. Es la nevera de un solterón camino de los 50".
La cuestión de la agenda del alcalde, siempre llena de eventos y compromisos, hace resbalar el tufo machista de la conversación. La idea es que Teresa llega a la vida de Almeida para arreglarla y hacer de mujercita. La persona que erradicará "algunos vicios, me tendré que poner las pilas", que dijo José Luis hace unos días. Menos mal, han pensado Losantos y Sanz en antena, porque el hogar fantasmagórico y deprimente del alcalde les estremece: "Uno siempre tiene que volver a su casa, aunque sea para dormir. Y necesitas algo en la nevera para desayunar. ¡Si no tienes más que un limón negro!" Esta dieta explicaría muchas cosas de la afición pepera por la fruta, pero este no es el tema. Teresa, te llevas una joya. Enhorabuena. O no.