Toma, Moreno. Esta es una de las frases más famosas de la carrera de José Luis Moreno, productor de televisión mítico, presentador insufrible y ventrílocuo muy popular con sus muñecos de Rockefeller, Monchito y Macario. Marionetas, títeres. Ay, los títeres. Se lo han dado todo, pero también le podrían arrebatar el enorme imperio que ha ido forjando a lo largo de décadas de negocios redondos en la industria del espectáculo y el audiovisual. Tan redondos como que serían ilegales, vaya: pedía pasta y nunca la devolvía. El caso es que títere, o "títella" en catalán, es el nombre que la policía le puso a la operación contra el presunto entramado liderado por José Luis y que se lucraba a través de estafas financieras millonarias. Bien escogido. El caso está en la Justicia desde 2021, y hace pocas horas que hemos asistido a su reaparición en la Audiencia Nacional. Hacía tiempo que no sabíamos nada de él, que no le veíamos el pelo.

Moreno ha hecho de Moreno en este enésimo debut ante las cámaras. Es decir, que ha montado un show, como si se tratara de sus espectáculos de varietés con tufo a naftalina. Se ha presentado con un estrafalario y horripilante traje de solapas extremas, color amarillento y una camisa todavía más amarilla y kitsch, con esa cara de sempiterno Joker cañí. Después ha saludado a la prensa con efusividad, haciendo muecas, caricaturizado hasta el extremo. Parecía salir directamente de una escena de Torrente de su amigo Santiago Segura, manchado también en el escándalo. Las declaraciones a la salida de la vista impactaban: "El juez ha dicho que todo es falso". ¡Ah! Caso cerrado, no hay más preguntas, señoría. Suerte que había periodistas en la sala, explicando lo que realmente había pasado. Por ejemplo, que Moreno se ha negado a entregar una prueba caligráfica al juez, argumentando que tenía prisa y que se tenía que marchar. Este es el nivel.

José Luis Moreno / RTVE

Volvamos, sin embargo, a Moreno. A la persona, o a lo que queda de ella. Porque la aparición teatral del acusado también ha resultado fantasmagórica, se está consumiendo durante la instrucción. Podría ser un efecto óptico, pero acostumbrados a sus apariciones públicas, lo vemos más delgado, más finito. O la dieta es muy efectiva, o el color amarillo afina, o las preocupaciones son la kriptonita del sobrepeso. Sea como sea, les dejamos unas cuantas imágenes para comparar la evolución del productor. Que cada uno juzgue cómo crea conveniente, solo faltaría.

JOSÉ LUIS MORENO HACE AÑOS:

Jose Luis Moreno / EFE

JOSÉ LUIS MORENO EN 2021:

José Luis Moreno / GTRES

JOSÉ LUIS MORENO EN 2022:

José Luis Moreno / GTRES

JOSÉ LUIS MORENO EN 2023:

José Luis Moreno / GTRES

Más allá del aspecto físico, hay una verdad que Moreno nunca reconocerá en público: está preocupado. El caso es mucho más serio de lo que refleja su sonrisa impostada y el mensaje de 'show must go on'. Cuando se despista, el gesto es otro. El de alguien hundido. Y aquí tienen algunas muestras. Tras la máscara, hay tensión e incertidumbre. Y todavía tendrá que sufrir mucho más, esto no se acaba aquí. Continuará. Lo que decíamos. Toma, Moreno. 

José Luis Moreno y su abogado / EFE
José Luis Moreno / EFE