José María Almoguera, hijo de Carmen Borrego y nieto de la icónica María Teresa Campos, ha estado en el ojo del huracán mediático tras los escándalos y conflictos familiares que lo han enfrentado con su madre en las últimas semanas. Sin embargo, detrás de las controversias y disputas familiares, hay un tema que ha pasado casi desapercibido y que podría cambiar la percepción pública sobre él: José María padece una grave afección cardíaca que lo obliga a llevar un desfibrilador en el corazón para salvar su vida.

José María Almoguera sufre el síndrome de Brugada, una enfermedad genética que afecta los canales iónicos del corazón, lo que podría desencadenar arritmias letales y, en el peor de los casos, una muerte súbita. El síndrome de Brugada es una de esas enfermedades que puede pasar desapercibida en los controles rutinarios. A diferencia de otras patologías cardíacas, las pruebas tradicionales como los electrocardiogramas no siempre revelan su presencia, ya que las válvulas y vasos sanguíneos pueden parecer completamente normales. Sin embargo, el verdadero peligro está en la forma en que las células cardíacas se comunican entre sí, un fallo que puede ser letal si no se diagnostica a tiempo.

Cómo un desfibrilador cambió la vida de José María Almoguera

José María, tras un diagnóstico que muchos consideran fortuito, fue obligado a someterse a un tratamiento que incluyó la implantación de un desfibrilador automático en su pecho. Este dispositivo, que funciona de manera similar a un marcapasos, está programado para detectar cualquier alteración en su ritmo cardíaco y, si es necesario, emitir una descarga eléctrica que pueda salvarle la vida. Es, literalmente, un guardián que lo protege las 24 horas del día.

Pero su problema no termina ahí. Al ser una enfermedad de origen genético, existe la posibilidad de que su hijo herede esta misma condición. Un motivo de gran preocupación tanto para José María como para su entorno más cercano, especialmente su exmujer, Paola, quienes deben estar siempre atentos a los primeros signos que podrían indicar que el pequeño también padece este peligroso síndrome.

La vida de José María luego de su diagnóstico

Para quien padece el síndrome de Brugada, como José María Almoguera, llevar un desfibrilador en el corazón no es la única medida que deben tomar. Los médicos advierten a los pacientes sobre ciertos hábitos y sustancias que pueden agravar la condición. El consumo de drogas y el abuso de alcohol están estrictamente prohibidos, ya que pueden provocar alteraciones cardíacas severas. Además, algunos medicamentos comunes, que para una persona saludable no representarían mayor peligro, pueden resultar fatales para quienes padecen esta enfermedad. A pesar de estos obstáculos, José María ha intentado llevar una vida normal, pero el peso de su enfermedad y las constantes peleas familiares hacen que su vida sea una montaña rusa de emociones.

Así que, a pesar de las tensiones familiares y los conflictos públicos, el hijo de Carmen Borrego enfrenta una batalla mucho más silenciosa y peligrosa: la lucha por mantener su corazón latiendo de manera estable. Aunque en las cámaras se ve como una figura mediática envuelta en polémicas, detrás de esa imagen se esconde una persona que debe convivir con una enfermedad que amenaza su vida todos los días.