El apellido Campos parece ser un pasaporte directo a la fama, pero no todos los miembros de esta célebre familia han sabido capitalizar el legado mediático de María Teresa Campos. Este es el caso de José María Almoguera, el hijo de Carmen Borrego, quien ha sido el último en intentar saltar al estrellato, pero su camino como influencer está resultando ser un auténtico fracaso. A pesar de haber estado preparándose durante siete largos meses para entrar con fuerza en las redes sociales, los resultados no están ni cerca de lo que esperaba.
El fiasco de su debut en Instagram
En agosto de este año, José María decidió dar el salto al mundo digital con su primera cuenta pública en Instagram. Se presentó con entusiasmo como "piloto y amante del motociclismo", dejando claro que sus publicaciones tendrían un enfoque muy personal y alejado del escándalo familiar. Su objetivo parecía claro: aprovechar su nueva visibilidad mediática para convertirse en un referente dentro del mundillo de las motos y, por qué no, conseguir patrocinadores.
Sin embargo, la realidad ha sido muy distinta. A pesar de los esfuerzos invertidos en esta nueva faceta, el número de seguidores que ha logrado cosechar hasta la fecha es decepcionante: tan solo 2,000 personas han decidido seguirle en su aventura digital. Esta cifra, ridículamente baja comparada con los más de 300,000 seguidores que acumulan su prima Alejandra Rubio y su tía Terelu Campos, evidencia el escaso impacto de su intento de convertirse en influencer.
Rechazo rotundo por parte del público
No es solo una cuestión de números; la recepción del público también ha sido tibia. A pesar de haber vendido su boda y su posterior divorcio con Paola Olmedo a los tabloides más importantes del país, José María Almoguera no ha logrado conectar con la audiencia. Su presencia en programas de televisión como ‘De Viernes’, donde ha alimentado los conflictos familiares que tanto interesan al público, no ha sido suficiente para ganarse el cariño de los seguidores. Y esto se refleja claramente en sus redes.
El intento de José María por crear contenido enfocado en el motociclismo, lejos del sensacionalismo familiar, parece haber fallado rotundamente. Quizá subestimó el poder que tienen las polémicas y el drama familiar en el mundo de las redes sociales. Al intentar desligarse de esa imagen para ofrecer algo "diferente", ha terminado perdiendo el interés del público que, al parecer, solo está dispuesto a seguir a aquellos que se mantienen bajo el foco del escándalo.
La pregunta que muchos se hacen ahora es si José María Almoguera podrá revertir esta situación o si terminará desapareciendo del mundo digital antes de ni siquiera haber comenzado. Su madre, Carmen Borrego, y su prima, Alejandra Rubio, han sabido jugar bien sus cartas en el mundo de la farándula, y eso les ha permitido mantenerse en el ojo público. Pero José María parece estar destinado al olvido si no consigue encontrar una manera de reinventarse o de conectar con el público que tanto anhela. Los seguidores lo han rechazado, y aunque algunos de sus más cercanos tratan de consolarle diciendo que es "cuestión de tiempo", la realidad es que en el mundo de las redes sociales, el tiempo es oro.