José María Aznar ha comparecido hoy ante la comisión de investigación de la supuesta financiación irregular del PP. El expresidente del gobierno ha respondido a las preguntas de los diputados del Congreso, y se ha mostrado especialmente chulesco e irritado cuándo quien se las formulaba era Gabriel Rufián o Pablo Iglesias.

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Al primero le ha dicho "golpista", pero no ha podido evitar la réplica del político de ERC, que le ha dejado con el bigote que ya no lleva temblando del zasca que le ha lanzado, comparándole con el mafioso personaje de El padrino, Vitto Corleone: "Solo le falta acariciar al gato".

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El tono exagerado, e incluso teatral, que ha utilizado con Rufián ha pasado a un tono más rencoroso y cicutero con el líder de Podemos, a quién le ha demostrado sentir el más absoluto de los rechazos y con quién difícilmente se iría a correr por la playa, como sí le ha dicho con ironía a Rufián. "Usted es un peligro para la democracia. Mi alegría por verle es bastante relativa y mi simpatía por usted es perfectamente descriptible. Usted me parece un peligro para las libertades y la democracia en España y lo demuestra todos los días", era el mensaje de bienvenida que le ha dicho Aznar a Pablo Iglesias.

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En muchos momentos de la comparecencia, el exlíder del PP ha olvidado que, entre otras cuestiones, tenía que responder a las muchas preguntas que le han hecho sobre las supuestas mordidas y el pago de parte de la boda de su hija Ana con Alejandro Agag gracias a dinero procedente de la corrupción de su partido. Una boda donde "todo el mundo estuvo imputado menos los camareros", según palabras de Rufián.

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Aznar habrá pensado que la mejor defensa era un ataque y se ha sacudido las responsabilidades de encima de dos maneras. Una, cutre, diciendo que "no fui yo el que se casó".

La otra, "repugnante", a juzgar por muchos usuarios, cuando le ha molestado que se lo preguntara Pablo Iglesias y después de recriminarle que se interesara en asuntos personales, ha puesto encima de la mesa a los hijos prematuros que tuvo Iglesias con Irene Montero: "se que usted, familiarmente, ha pasado por unos momentos muy difíciles y le deseo todo lo mejor y que pueda superar, para bien. Pero de los regalos de la boda de mi hija no voy a hacer ningún comentario. Le deseo lo mejor en lo familiar, pero si tiene alguna insinuación familiar que realizar, no la convierta en insinuación, dígalo".

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Las palabras de Aznar, aunque parecerían conciliadoras con respecto a la "preocupación" por los niños de Iglesias, no han gustado nada a muchos espectadores, especialmente por haberlas utilizado como quien no quiere la cosa y como ejemplo para no tener que responder Iglesias a "preguntas personales sobre su familia". Una comparativa que ha indignado a los usuarios que han mostrado su rechazo hacia el expresidente del gobierno: