"Rico, rico... y con fundamento". Este es el mítico lema del mediático cocinero vasco Karlos Arguiñano, toda una institución en los fogones de la televisión y fuente inagotable de chistes, chascarrilos y comentarios más o menos afortunados. Acaba de arrancar nueva temporada en Antena3 (por décimo año consecutivo) con un cambio de nombre (ahora es la 'Cocina Abierta con Karlos Arguiñano'), estrenando sintonía y con la incorporación de un nuevo miembro de la estirpe familiar, en este caso el pastelero (sexy) Joseba. Bien, pues el mencionado "rico, rico" se ha convertido en indigestión, vómitos y diarreas entre los espectadores más españolistas de la cadena de Planeta. Y el responsable ha sido, precisamente, el debutante, aunque que no por sus recetas. No, lo ha sido por ser vasco, por hablar en euskera y para osar referirse al País Vasco con la siempre sospechosa denominación nativa. Dos palabras: "Euskal Herria".
La piel (o mejor dicho, los intestinos) de los enfurecidos espectadores de Antena3 es bien delgadita. Y han tenido suficiente con esta expresión, realizada en el programa 'Espejo Público' de Susanna Griso, donde Arguiñano Jr. se ha presentado en sociedad y ha protagonizado un debate con una defensora del veganismo y animalista. Todo iba bien hasta que Joseba, fiel al estilo campechano de la familia, hablaba sobre cómo entiende la cocina: Sencilla, sin muchos artificios, honesta... vaya, "cosas de toda la vida que aquí en Euskal Herria tienen que estar en la mesa para alimentarnos". A partir de aquí, Twitter ha empezado a rebosar bilis: "Jeta amigo de etarras", hijo de un "impresentable que subvencionó etarras además de populista" o "lo va a ver su puta madre". Ellos son más de Vascongadas, claro está.
Bienvenido a Antena3, Joseba. La próxima vez lleva antiácidos, que ya ves que parte de tu audiencia tiene digestiones complicadas si oye hablar determinadas lenguas en antena. Es eso o comprarte un paraguas XXL y un cubo bien grande.