Una broma no se acaba hasta que Minoría absoluta dice esta boca es mía. Si en Polònia no tienen tiempo de incluir el gargajo fantasma a Josep Borrell, Está passant es el fresco del día y recuperó el no escupitajo como es debido: mofándose.
Una broma ácida y la ultraderecha va loca porque adora y detesta a Borrell al mismo tiempo. Lo odian en tanto que socialista y lo adoran porque insulta los independentistas. El digital del ex de Ana Rosa, Alfonso Rojo, vende así el gag:
Retroceden 25 años, cuando Borrell era ministro de Felipe González. Era el del MOPU, que hoy parece un insulto y entonces era el ministerrio de obras públicas y urbanismo. Una reliquia del pasado. Sólo los muy viejos recuerdan que entonces la derecha hacía correr que Borrell era homosexual, llegando a atribuirle una aventura con el torero José Ortega Cano. Una maledicencia ultra que sólo recuperan los ultras como Rojo. Borrell está felizmente emparejado con Cristina Narbona del PSOE pero según Rojo Toni Soler insinúa que Borrell es gay y lo hace salir del armario.
Los guionistas escriben a Soler: "Borrell no se seca. Por lo tanto, o no le han escupido o no le molesta la saliva del diputado de ERC. [Música sensual]". Como gag es de los suaves y no parece que se remonte al año 1995 cuando Borrell ya era ministro del PSOE. Viniendo de donde viene la crítica es un win win ultra: acusar a la maligna TV3 de homófoba y recordar que Borrell puede ser gay. El del PSOE tuvo que desmentir entonces que le gustaran los hombres como si eso lo desacreditara para hacer política o para ser presidente del gobierno español. Bazofia ultraderechista. El programa hizo un buenísimo 16,2% sólo por debajo del fenómeno del año Boom (21,6%) y la esperada encuentro de los Óscares con Soler.
Y los jueves Soler, Polònia y La nit dels Óscars. Un gargajo de TV3 en la cara de Alfonso Rojo.