"Lo único que hicieron fue matar a cuatro indios". 9 palabras han sido suficientes para que Josep Borrell se dejara en evidencia a él mismo. La vergonzosa afirmación del ministro de Exteriores para justificar que en los Estados Unidos "no hay problemas de integración" han corrido como la pólvora, la misma que utilizaron los conquistadores con los indios cuando llegaron a América.
Un Borrell que además de pagar 30.000 euros por hacer uso de información privilegiada en el asunto de la venta de acciones de Abengoa, veremos si no paga también, a nivel político, su lamentable banalización del genocidio de indígenas. Carles Puigdemont, Pilar Rahola, Marta Pascal, Gabriel Rufián, Gonzalo Boye y un largo etcétera ha tildado de asquerosa la última perla del ministro y le han pedido que abandone sus funciones. Incluso el American Indian Movement (AIM), una entidad que lucha contra el racismo y el subdesarrollo de las comunidades indias, ha expresado el rechazo frontal a Borrell y le ha tildado de "ministro racista".
En El món a RAC1 han analizado, evidentemente, las palabras de Borrell. En la tertulia de este miércoles, Ramon Rovira, Alejandro López Fonta, Cristina Puig, Xavi Fina y Francesc-Marc Álvaro. Este último, por cierto, trató regularmente al actual ministro de Exteriores. Como mínimo, una vez a la semana. Porque tal y como ha recordado el mismo Jordi Basté, "Josep Borrell fue tertuliano de 'El món a RAC1', los miércoles, precisamente". Unos miércoles donde compartían micro Borrell, Álvaro, quien fuera el presidente del Parlament Ernest Benach, Toni Soler o el abogado Jordi de Juan. "Yo me acuerdo de que era agrio, era muy irónico y muy agrio. Era un tertuliano de aquellos que no dudaba nunca de lo que decía... y tenía muchas disputas con Francesc-Marc", recuerda Basté.
"Muy agrio, sí. Lo recuerdo perfectamente. A veces, cuando dicen de alguien que está muy preparado... pues no es suficiente con eso para hacer política. Nadie duda de que sea inteligente y esté preparado, pero la política pide otra cosa: saber estar y sentido del cargo. Quizás el personaje le ha devorado. No haré de psicólogo de Borrell, que se lo pague él mismo", es el emotivo recuerdo del escritor hacia su excompañero de tertulia. Como se ve, el tiempo no ha hecho que sean más panas.
Buscando en la hemeroteca hemos comprobado que la época a la que hacen referencia era el año 2013. Y ciertamente, Borrell y Álvaro se las tenían y se las deseaban semana tras semana. Todavía ha sido bastante diplomático Álvaro al recordar a alguien que en una tertulia le tildó de "mezquino" por unos argumentos "de tercera división" que utilizó. Fue el 27 de febrero de aquel año, cuando hablaban de las ambiciones de la difunta Carme Chacón dentro del PSOE y el ahora ministro le lanzó al otro tertuliano este adjetivo. Álvaro replicó: "Veo que es un hombre amable como siempre. Tiene la suerte de que nosotros no le replicamos con el mismo tono, porque quizás no vendría más. ¡Usted es impresentable!", remachó el periodista. Puedes escuchar el tenso momento en el siguiente audio:
En sus tiempos de tertuliano, Josep Borrell no despertaba, precisamente pasiones. Ni pasiones, ni oyentes, ni contertulios, a juzgar por otras palabras que le dedicaron el mismo Álvaro y Pere Mas al salir de otra tertulia, en sus respectivas cuentas de Twitter: "Gracias a todas las personas que me dan apoyo cuando me toca compartir tertulia con Josep Borrell. Después, hago meditación y me tomo cuatro cafés para despertarme", escribía Álvaro. Mas no era mucho más elogioso:
Ahora, el que parece que va sobreexcitado y pasado de cafés es Josep Borrell.