El verano de Josep Borrell le tiene últimamente con un ojo en Bielorrusia, con las manifestaciones que se suceden en contra de Lukashenko. Pero hubo un tiempo, hace muchos años, que el ahora alto representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE y vicepresidente de la Comisión Europea pasaba las canículas en remojo en zonas mucho más cálidas.
Uno de los programas más entretenidos de la oferta estival en TV3 es el enésimo refrito de las imágenes históricas de la casa, una recopilación variada en forma de programa, No tenim vergonya, donde los espectadores catalanes han podido ver, por ejemplo, a la magnífica Emma Vilarasau en bikini, hace muchos años, encima de un escenario. La frase del programa le va como anillo al dedo a Borrell. Sólo hay que oírle hablar de Catalunya para constatar que hace tiempo que se guardó la vergüenza en un cajón. Pero cuando todavía no había empezado a vomitar basura contra el independentismo, Borrell protagonizó un clásico del verano: la bajada de rais por la Noguera Pallaresa hasta la Pobla de Segur, tal como hemos podido ver en la emisión del pasado 20 de agosto.
En el año 1991, el entonces ministro de Obras Públicas y Transportes subió a bordo de unos de estos troncos de madera atados entre sí. Pero la balsa en la que viajaba chocó contra una piedra y Borrell acabó en el agua, teniendo que nadar, y saliendo empapado como un pollo después de hacer un papel bochornoso en su trayecto por el río, y teniendo que ser ayudado por los bomberos para salir del agua.
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Entonces le ayudaron a salir del agua. Ahora no hay bombero que pueda apagar los incendios que provoca con lo que hace y dice.