'¿El catalán corre peligro?'. Era la pregunta que se hacía el 30 minuts de TV3 hace unos días. Llenguaferits y preocupados por la supervivencia de la lengua. Casi todos los ponentes, con excepción de Víctor Amela. Con un testimonio difícil de olvidar, el del activista cultural Àlex Hinojo, trabajador del Instituto Ramon Llull de la Generalitat, preocupado por el hecho de no poder utilizar la domótica dirigiéndose en catalán a electrodomésticos, como una "tostadora".
El concejal de la oposición al Ayuntamiento de Barcelona Josep Bou no vio el programa. Pero tanto da. En Twitter a menudo la gente opina sin conocimiento y se queda con la superficie de las cosas. Y escribió:
¿De verdad este señor habla con su tostadora? Tenemos que apostar por crear una sociedad que pueda ofrecer a personas como Àlex la ayuda que necesita pic.twitter.com/YhEiMXsPWM
— Josep Bou Vila �������� (@josebouvila) July 1, 2019
Hoy Josep Bou y Àlex Hinojo han compartido desayuno. No han comido tostaditas con mantequilla o jamón, sino la bollería que les han dado en El món a RAC1, donde han ido juntos. Pero lo habrían podido hacer, porque el pintoresco excandidato a la alcaldía por los populares, panadero de profesión, ha aprovechado la ocasión para llevar una tostadora y regalársela al lingüista:
Momento #tostadora en @elmonarac1 con @AlexHinojo, que se tomó la broma con humor y me alegra. Hoy en la mesa todos estaban preocupados por imponer por ley el catalán en la domótica. Y sólo uno ha lamentado que la @gencat me multase por rotular en castellano. #BCNLIBRE pic.twitter.com/YkHTFeEGey
— Josep Bou Vila �������� (@josebouvila) July 11, 2019
Un regalo que ha escenificado la buena sintonía que han demostrado tanto el uno como el otro en la conversación con Jordi Basté. Hinojo, todo juicio, lamenta que "se cogió esta frase para hacer befa. Llamarte fundamentalista para promover la diversidad lingüística es atacar. En Barcelona se hablan 300 lenguas". Sin embargo, el comentario de Bou no le afectó ni vio una intención soterrada de que le estuviera enviando al psicólogo ("cosa que tendríamos que hacer todos y va muy bien", ha recordado Basté). "No me fastidió que Bou me enviara al psicólogo. ¿Qué ayuda necesitamos? Que haya dispositivos que hablen nuestras lenguas. No se trata de que no le quiera hablar en castellano a mi tostadora. Es que quiero hablarle en catalán o en el idioma que me dé la gana", reclama Hinojo.
Turno de palabra para Bou: "Nunca haría un tuit en contra de mi idioma materno". Pero tiraba pelotas fuera cuando encima de la mesa se verbaliza si le gustaría que en España, ya que el catalán es lengua oficial del Estado, todo el mundo pudiera hablar catalán tranquilamente: "Claro que sí. Defiendo el catalán, pero también el español. Que haya miedo de que el catalán desaparezca es una tontería. Desde los layetanos, hace 3.000 años: nunca ha estado tan bien el catalán en Catalunya como ahora. Vas por comarcas, Vic, Manlleu, Torelló, y no se oye el castellano en ningún sitio, prácticamente". Nos hemos quedado con la incógnita de saber en qué idioma habla la tostadora que le ha regalado Bou a Hinojo.