'Polònia' no podía dejar pasar el último show de Josep Bou, concejal del PP en Barcelona, durante la manifestación unionista por el día de la Constitución en Barcelona. El panadero y político de doce apellidos catalanes, y el que más veces por minuto puede gritar 'viva España', se ha convertido en una especie de espectáculo itinerante y alocado: allí donde va, las carcajadas están aseguradas. Es una estrella, y en el PP catalán lo saben. De hecho, ya lo han empezado a rentabilizar, según el programa satírico. Las cosas no van muy bien por la sede de la calle del Comte d'Urgell, y a falta de nuevos afiliados, de representación a las instituciones y de popularidad por su proyecto político, han decidido explotar la vertiente tragicómica de su saltimbanqui favorito. Porque, no se equivoquen: el derrumbe popular afecta al corazón|coro de los conservadores españoles, pero al bolsillo (o la caja 'b'), también.
El tronchate relato es este: Un hombre se presenta en las oficinas del partido. Los dos únicos miembros en la sede alucinan. ¿Un nuevo pepero llama a la puerta? No, ni mucho menos. Es un 'perico' que asegura que ya tiene suficiente castigo con su pasión futbolera, como para subir a un barco a la deriva como el del PP. Ahora bien, el hombre, padre de un niño, sí que quiere 'aportar' en las arcas de la gaviota, alquilando al saltimbanqui, bombero y orador más famoso de Barcelona. Es el cumpleaños de la criatura, que se sabe de memoria las peripecias de Bou, y lo quiere en la fiesta como animador infantil. Los populares tienen un fugaz ataque de orgullo y rechazan la propuesta. Pero es eso, una reacción fugaz, porque Bou acaba alquilado y haciendo de las suyas en la 'party'. "Tentempiéeeeee si eres españoooool". El gag es memorable, sobre todo el momento de darle los regalos de los amiguitos al niño. ¿Dar? Más bien, lanzarlos enloquecido, hasta que es su turno y deja una frase para la historia: "Yo no te he traído ninguno, porque el mejor regalo que te pueden hacer es ser catalán y españoooool", grita poseído, sacudiendo al homenajeado.
No podía faltar la otra gran faceta de Bou: la de bombero. ¡"Fuego, foc! Tranquilos, que jo l'apago"!. Padre e hijo le miran alucinados. "El mejor día de mi vida", le agradece al padre. "Y el suyo también, hijo. El suyo también". Bravo.