Qué reentrada la de 'Viernes Deluxe'. María Patiño abría así la primera entrega de la temporada: con un fondo (cutre) de estrellas en el firmamento. "Son estrellas realas", repetía una vez tras otra sobre sus invitados. Una verdad discutible, y más viendo el tratamiento que hacen de unos personajes y de otros. Anoche, por ejemplo, en el menú había de primero Shaila Durcal. De acuerdo. Demasiado largo y tedioso, aunque nos alegramos de que la mujer se sienta bien después de ponerse en forma, que es el resumen de la noche. De segundo, un disparate, un drama, una parodia y una porquería: que Arévalo y Malena Gracia han partido peras después de dos años de relación, con enfrentamiento cara a cara, toques homófobos y acusaciones de machismo, teatro de cuarta e incluso, un polígrafo. Ecs.
El postre, a horas intempestivas, prometía endulzarnos la vida y olvidar el disgusto: una de las últimas bocanadas de aire fresco que han entrado en 'Sálvame' desde hace tiempo: otro humorista, pero de los que hacen reír. El imitador y actor catalán Josep Ferré. Un hombre al que el público adora. Es el animador por excelencia, también en programas como 'La Última Cena', y protagonista de episodios hilarantes y virales. A menudo sus personajes son más interesantes que los reales. Aparte de todo eso, es un compañero de 'La Fábrica de la Tele'. Pero a veces, "dónde hay confianza da asco".
Los espectadores quieren saber más cosas de este actor tarraconense de 51 años y ex de TV3 que les hace partirse de risa, y esperaban el momento con ganas. Por ejemplo, la gran Pilar Eyre, que se lo olía desde las 23:00h. Dos horas largas más tarde, a la 1:30h de la madrugada, ya habían esperado suficiente. Bueno, básicamente como Josep, esperando un turno que nunca acababa de llegar como si estuviera en la carnicería. Pensándolo bien, una carnicería fue su no-entrevista, porque poca cosa pudo decir, más allá de apuntes sobre su trabajo artístico y alguna referencia a los periodos en los que nadie le llamaba para trabajar en tv. La trincharon a conciencia, dejándola en un amasijo de la forma más torpe posible: interrumpiéndola con tonterías.
La primera, hacer entrar a la psicóloga de guardia y mujer de uno de los directores de programa, Cristina Soria, a hacer análisis psicológicos 'para dummies'. Y cuando no se podía meter más la pata, la gamba y lo que quieran, ponen punto final a la conversación para pasar a hablar de Cristian Suescún y su último montaj... perdón, nueva pareja con Cristini. Interesantísimo. Era la hora 'golfa'. Perfecta para convertir el 'Deluxe' en una lavativa a las 2 de la madrugada. El cabreo es mayúsculo.
Si así tratan a los amigos, no quieran ponernse en la piel de los enemigos. Qué maltrato. Y lo peor de todo, que llega a las primeras de cambio, en la noche de estreno. Lo que nos espera. Ánimo, Josep, el trabajo es el trabajo.