La amenaza fue terrible. Terrorífica. Digna de la noche de brujas, Halloween, o de la Castañada. Pilar Rubio, expresentadora y enterradora del formato 'Operación Triunfo' en su etapa en T5, hacía el papelón de "malota perdonavidas" y lanzaba una advertencia a Josep Maria Mainat: "un día hablaré de él". Precisaba, con mucho olfato publicitario, que lo haría en sus memorias. Pero piano-piano, sin prisas, que todavía no ha empezado a escribirlas. Una venganza fría, muy fría, que la exreportera de La Sexta y elemento decorativo de Pablo Motos quería utilizar para zurrar al presentador catalán, porque según expliqca la leyenda, fue malo con ella. Vaya, que no triunfó por culpa de los amos de Gestmusic, el propio Mainat y Toni Cruz. Ella sólo pasaba por allí, y ¡zas!, se cargaron el famoso concurso celebrando una final con 13 aspirantes. Vete a saber por qué.
El caso es que el destinatario del aviso tiene muchas más cosas por las que preocuparse que de las bravatas de Rubio, que desde aquel 2011 no ha vuelto a presentar un programa de categoría, y sobre todo, en solitario. Mainat tiene bastante con el intento de asesinato y los shows mediáticos de Angela Dobrowolski y su séquito, por no hablar de su situación familiar, todavía más importante. Ahora bien, parece que el de Canet ha recuperado sus rutinas, especialmente la de tuitear sobre temas de actualidad. Y después de troncharse de risa con Iceta, ha prestado atención a las palabras de la madrileña. La respuesta, dejarla en ridículo: "Poca cosa podrá decir. Cuando Pilar Rubio presentó OT, yo hacía meses que me había marchado de Gestmusic". Es un matiz, sí.
Esperamos como agua de mayo la reacción de la siempre "respetuosa" Rubio. Quizás le han estropeado el capítulo de las memorias... desmemoriadas.