Josep Maria Mainat ha vuelto a su (ya famosa) casa familiar de Horta, después de que la justicia haya alejado a Angela Dobrowolski, la mujer del productor que, supuestamente, le intentó matar y posteriormente, convirtió el hogar en un nido de escándalos. El retorno era muy esperado, y allí estaba el equipo de El Programa de Ana Rosa preparado para conseguir la primera entrevista in situ tras inspeccionar la mansión. Lo que se ha encontrado le ha producido un importante cabreo: un saqueo en toda regla con la caja fuerte forzada "con herramientas profesionales" y un robo de joyas que, asegura, denunciará inminentemente.
El reportero Miquel Valls pillaba a Mainat en el interior de la casa, cuando recibía la visita de una mujer. Con el currículum de personajes extraños que han circulado por Horta estos días, se encendían las alarmas. El show, sin embargo, ha acabado: se trataba de una decoradora, contratada para ponerla en orden y hacerla habitable para el de Canet y sus hijos. Muy amable, sereno y sin perder el sentido del humor, a pesar de la pesadilla que está sufriendo, explicaba que allí no quedaba nada de valor. Según explicaba el programa, las pertinencias de Mainat se pueden encontrar en una tienda de segunda mano de Barcelona. Evidentemente, sin las joyas familiares, de modesto valor económico pero sí de alta carga sentimental. El productor irá por la vía legal contra los autores, entre los que, evidentemente, podría estar Angela. Más problemas para la alemana, por si tenía pocos.
La mejor noticia, sin embargo, ha sido ver a Mainat con determinación para recuperar una parte importante de su vida: la casa que compró con Rosa María Sardá y que ha visto nacer a sus hijos.