Josep Pedrerol empezará 2022 con un nuevo trabajo. No, no es que el presentador de 'El Chiringuito' cumpla su palabra y abandone el programa deportivo al haber perdido diferentes apuestas, concretamente las de las salidas de Messi y Sergio Ramos al PSG. Ni mucho menos. Eso quedó cerrado y enterrado con "fue una hipérbole, una figura lingüística que se utiliza para exagerar algo". Josep 'se queda' en Atresmedia, pero ahora también tendrá una ventanita semanal en 'La Vanguardia' donde se explayará a gusto. Tictac, y tal.
El nuevo fichaje de Godó ya hace promoción en las páginas del diario. Una buena muestra, la entrevista que le hace Víctor Amela en 'La Contra'. No sabemos si Amela sabe mucho o nada de fútbol, pero comparte con Pedrerol un concepto, una ideología, un sentimiento, un club: el de los unionistas catalanes. De hecho son dos: también el de los antiindependentistas. Por eso la conversación tenía que tocar en algún momento este tema, se tenía que meter la cuñita contra el Procés 'por lo civil o lo criminal'. De penalti injusto si quieren, ya que el ámbito es el futbolístico. Y el gol llegó: tristón, penoso, con tufo a partido amañado. Pero gol, que es lo que querían.
Mira que hemos leído entrevistas firmadas por Víctor, tan beligerante contra sus enemigos cómo ingenioso cuando no tiene que poner los intestinos en el texto que escribe. En esta ocasión, sin embargo, ha fallado el tiro. No hay nada realmente relevante, sorprendente u original en la conversación, más allá de tópicos como si es del Barça o del Madrid, la eterna pregunta que el de 'Jugones' ha respondido en cinco idiomas. Después de leerla uno tiene la sensación de que la perorata eran los preliminares para llegar al clímax político, zurrando a la Catalunya mala y alabando a la buena, la única, indivisible, fantástica: la suya. La percha para meter los deditos, una pregunta nada inocente: "Como catalán en Madrid, ¿bien, Josep?". Acabáramos, que dirían en la meseta. Josep tenía vía libre.
"A los catalanes Madrid nos hace sentir en casa. Más que Barcelona últimamente". Vaya. El discurso nos suena de algo, de algún ideario, de algunos representantes políticos que destacan por una palabra que empieza por C, acaba con A e incluye "fobia". Un victimismo sesgado que argumenta así: "Sufro cuando veo a Barcelona alejarse de la plural y abierta en la que yo crecí. Defiendo Catalunya en Madrid, pero no el procés. Es un monotema nocivo, pero Madrid aprovecha para ponerse al frente". De los ataques de esta misma Madrid a Catalunya, ni hablar. Será que eso no aburre a Josep. Ni a Víctor.
Josep Pedrerol, un hombre que estima al Barça destrozándolo sistemáticamente, igual que estima Catalunya repartiendo bofetadas contra millones de catalanes. Con Amela forman una dupla imbatible. Dios los cría...