Josep Santacana, el ex marido de Arantxa Sánchez-Vicario ha vuelto al ataque. Y lo ha hecho en dos frentes distintos. Por una parte, ha contestado punto por punto las acusaciones de la tenista en la revista ¡Hola!, y por la otra, ya no se esconde y empieza a posar con su chica, una madrileña que responde al nombre de Raquel y que convive con él en Miami desde hace 2 años, según explica la revista Corazón TVE.
La relación no era ningún secreto, pero en este tiempo la pareja se había comportado discretamente, seguramente para no influir en el proceso judicial que mantiene con la ex campeona de Roland Garros. Incluso fueron juntos a la vista de divorcio celebrada en Esplugues de Llobregat, para después regresar a Miami, ciudad dónde residen. El empresario ya había hablado de su nuevo amor hace un año, para marcar distancias con respecto de Sánchez-Vicario y desmentir rumores: "Es muy diferente a ella, y no, no es go-gó"
Al margen de las mencionadas imágenes, Santacana ha sido noticia por emitir un comunicado enfrentándose, una vez más, a la pequeña del clan Vicario. Arantxa se despachaba en ¡Hola! con el relato del dolor que le ha causado el matrimonio con el barcelonés, y las consecuencias que están sufriendo los hijos que tienen en común. El empresario expresa: "Lamento los ataques y descalificaciones que lanza sobre mí, solo pueden hacer daño a los hijos que tenemos en común. Siempre he puesto por encima de todo el bienestar de los niños, evitando acusaciones personales". Curioso, cuando menos, si nos fijamos en la retahíla de titulares sobre sus intimidades.
El comunicado desmiente otro de los reclamos de la deportista, que lo acusaba de traidor y de quedarse con sus bienes. "Falso. Antes y después de casarnos, firmamos dos capitulaciones y la separación de bienes. Nunca tuve poder sobre su patrimonio". A pesar de que lo más grave, "es la acusación de que la estoy amenazando, algo falso y que pondré en manos de mis abogados". Unos abogados que se deben estar frotando las manos a cada paso de la pareja.