En el programa Maestros de la costura no sabemos si hacen buenos diseños o no. De momento, lo que subyace es que de patrones y de cintas de medir, algunos concursantes van muy bien servidos. De la nueva edición que empezó la semana pasada, supimos que el catalán Lluís tiene un paquete descomunal que le tensa a la hora de llevar los pantalones: ""No me cabía el instrumento y he tenido que tirar de otro pantalón. Cada día tiene un tamaño distinto. Aquello me apretaba y ahí solo se veía cigala".
A Lluís sólo se le veía cigala y al ganador de la última edición, Joshua Velázquez, sólo se le ve un mojo picón enorme. El canario se proclamó vencedor el abril pasado de Maestros de la costura 3. A menudo cuelga fotos en las redes y el pasado noviembre alborotó al personal con una imagen en el ascensor, cargado de paquetes generosos.
Ahora se ha vuelto a hablar de su entrepierna. Concretamente, de un efecto óptico que ha generado dioptrías en sus seguidores. Un escroto gigantesco, acariciando a su perrita mientras llevaba calzoncillos y lo que parecía un descuido, ha hecho que muchos, al ver la imagen, pensaran que los testículos de Velázquez, más que Las meninas, fueran Las maxíminas. Más propios de un avestruz que de un humano, la imagen ha hecho que muchos no dieran crédito: "¿Son tus huevos?", "Qué foto tan confusa". Y tan confusa.
Nada que ver con elefantiasis testicular. Se trata de un efecto óptico donde se confunden las patas de atrás del animalillo con la pelvis del diseñador. Los y las fans, respiran tranquilos. O no.