Juan Carlos Girauta está pasando una Navidad mala: sin escaño, expulsado por los toledanos de la política, suplicando tertulias a Ana Rosa Quintana y a Risto Mejide y llorando porque la banda de Albert Rivera busca trabajo. No todos tienen la suerte de Enric Millo, a quien el PP de Catalunya no tiene donde colocar y Soraya lo hizo enchufar en la Junta de Andalucía. Allí el exdelegado de Rajoy durante los abusos policiales del 1-O ha hecho un tuit diciendo que piensa perdonar a los catalanes:
En estas fechas me he propuesto perdonar a los que me han hecho daño y lo he conseguido. Pero todavía no he podido perdonar a los que han hecho daño a mi esposa y a mis hijos.. Necesito mas tiempo para perdonarles, y le pido a Dios que me de fuerza para conseguirlo algún dia.
— J. Enric Millo Rocher (@EnricMillo) 24 de diciembre de 2019
Millo se encomienda a Dios para perdonar por Navidad. Su cristianismo no le impide mentir "He hecho más por Catalunya que todos los independentistas juntos". Girauta le responde que de perdonar nada de nada:
Te entiendo muy bien, querido @EnricMillo. Yo, desde luego, soy un cristiano pésimo. Ni les he perdonado ni creo que lo haga nunca. https://t.co/IbAv4K2OYa
— Juan Carlos Girauta (@GirautaOficial) 24 de diciembre de 2019
Girauta tiene tiempo para jugar al dominó mirando partidos de fútbol de España con una botella de agua de plástico y mucha cerveza como un jubilado con un carajillo como el de la foto. Dice que no perdona. ¿A Quién? ¿a los toledanos, a los catalanes, a Inés Arrimadas? Debe ser que no se siente bien pagado. Que Telecinco le suba el sueldo. O se cambie de nombre y se ponga un pseudónimo.