"Lo volveremos a hacer. Volveréis a huir. Volveréis a perder". Son las palabras de Juan Carlos Girauta, uno de los pitbulls de Cs, con las que ha vaciado su cuerpo del exceso de bilis que le ha producido escuchar los alegatos finales de los presos políticos y sus defensas en el juicio del 1-O. Lo ha hecho como reacción a un tuit del President Carles Puigdemont, recogiendo la intervención de Jordi Cuixart durante la sesión final de la causa del Supremo. Unas palabras llenas de dignidad y valentía que Girauta, fiel a su estilo entre un bufón y un portero de discoteca, ha ensuciado de forma vil y lamentable.

@jcgirauta

La lección que los encarcelados ofrecieron, uno por uno, para concluir la causa general contra el independentismo, no han hecho reflexionar a Girauta. Ciertamente todo el contrario: Ha alimentado su turbia imaginación y de paso, ha hecho de maestro de ceremonias a sus seguidores, que destacan por practicar activamente la catalanofobia más abyecta e ignorante. Echar una ojeada a los comentarios de su grupo es como quedar atrapado en el pasaje del terror o en un programa de Losantos o Cárdenas.

Curiosa forma de analizar la actualidad de Catalunya o del Supremo, mientras que pactan con la extrema derecha sin despeinarse ni ruborizarse. Tampoco es que esperásemos mucha más de Girauta, uno de los políticos más estreñidos del panorama peninsular, y que seguramente desea que Cs acabe por fagocitar a VOX, que es dónde el excatalán se siente más cómodo. Lo volveremos a hacer, ho tornarem a fer, Juan Carlos. No tengas ninguna duda. De manera tal que vosotros pactáis con ultras en Andalucía y Madrid, los catalanes y catalanas volveremos a luchar por un bien mucho más preciado que tus nostálgicas telarañas del régimen de Paquito, el del bigote.