Hace poco más de 24 horas los culés íbamos a dormir eufóricos, extasiados, exhaustos, agotados y tremendamente felices después de vibrar, disfrutar, sufrir y finalmente celebrar un nuevo título de la Copa del Rey. Partido pletórico en la Cartuja de Sevilla contra el Real Madrid, un nuevo Clásico al bolsillo, superando la actitud lamentable previa y posterior al partido, con amenazas a los árbitros, con pataletas de niño pequeño y con comportamientos chulescos y desbarrando, como los de Rüdiger, Lucas, Bellingham y compañía. Y después de la remontada certificada con el golazo de Kounde, y del silbato final del árbitro, la locura entre los aficionados y entre los jugadores, con imágenes para el recuerdo…

Audiencias TV de la final de la Copa del Rey: ¿quién lideró en Catalunya, TV3 o TVE?

 

Los jugadores de Flick, ahora, a descansar, coger fuerzas y empezar a preparar la ida de semifinales de la Champions, el miércoles en el Estadio Olímpico de Montjuïc contra el Inter de Milán. Veremos qué pasa en este partido, pero una cosa segura saben los muchos culés que lo verán por televisión: no tendrán que sufrir los comentarios de Juan Carlos Rivero porque el partido no se emite por TVE. Y es que los culés ya están hartos de sufrir las retransmisiones de la cadena pública española cada vez que hay un partido de Barça y Madrid. La final de la Copa del Rey se emitió por diferentes cadenas, TV3, Movistar… y TVE, donde nuevamente tuvimos que ser testigos de unos comentarios que hicieron indignar a más de uno. Y ya hemos perdido la cuenta de las veces que el periodista de TVE ha provocado esta sensación en los aficionados y seguidores blaugranas…

Desgraciadamente, no ha sido ni la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que Rivero pone de los nervios a los culés. Pero cada vez que pasa, los espectadores simpatizantes del Barça alucinan de cómo puede ser que no se corte nada a la hora de dejar claro que cada gol y victoria blaugrana le provoca dolor de estómago. Y en la final de Copa volvimos a asistir a esta realidad. Un usuario ha capturado los cinco goles del partido y cómo los cantó Rivero. La diferencia de pasión, de felicidad y de decibelios es tan evidente que da vergüenza ajena. Miren cuántas “oooooooo” de “goooooooool” cuando marcan Mbappé y Tchouaméni, cómo enloquece, y miren cómo con el golazo de Pedri, el empate in extremis de Ferran o el definitivo y trascendental de Kounde, una sola “o” un penoso “gol”, y se queda tan ancho. Lamentable:

Que alguien le recuerde que el partido no solo lo miraban seguidores del Madrid…