Una de las irrupciones más fulgurantes de los últimos tiempos en el mundo de la comedia es, sin duda, la de Juan Dávila. Este showman, cómico y monologuista ha crecido como la espuma desde que empezó a sacar la cabeza encima de los escenarios, y ahora tiene el honor de ser de los humoristas más desvergonzados, radicales, atrevidos y sin pelos en la lengua del panorama nacional. Además, en su caso, su procedencia le da un plus: y es que Dávila, antes de dedicarse a hacer partirse de risa al personal, fue policía local hasta el año 2012, después de haber trabajado seis años en la comisaría de Alcobendas.

Después le ha cogido el gustillo a eso de salir ante cámaras y en escenarios, participando en diferentes papeles en diferentes series y sobre todo, haciendo subir a la gente, a los espectadores, a sus shows, y hacerles pasar un momento de tierra trágame ante todo el mundo. Antes, no paran de llegarle mensajes de amigos, parejas o conocidos de los espectadores que van a sus espectáculos, explicando secretos, interioridades o cualquier información que Dávila utiliza de manera hilarante, y a menudo pisando gas y tocando temas sin ningún pudor. Aquí tenéis algunos ejemplos de su gira con el show 'El palacio del pecado':

Este lunes, Dávila ha estado de invitado en La revuelta de David Broncano en TVE y como era de esperar, ha alborotado al personal. Como habéis visto, a menudo en sus espectáculos hace subir a diferentes futbolistas de élite, fans suyos, como Cucurella o los hermanos Williams, y futbolistas de categorías inferiores cuando va arriba y abajo por diferentes ciudades de España. Y en La Revuelta ha recordado otro encuentro que tuvo con otro jugador top, una de las estrellas del Real Madrid de hace unos años, jugador odiado por todo el mundo menos por los merengues, leñero como él solo, y que provocaba de todo menos amor: Pepe.

Dávila se encontró con el central portugués en la época que vistió la camiseta del Real Madrid y él todavía era policía en Alcobendas, en La Moraleja, "Ahí podía haber algún delito fiscal, había menudeo". Broncano especifica que en aquella zona "acaudalada" con "muchas mansiones" también hay "un pelín de droga, pero minorista." Y una vez, en medio de un servicio, vio a Pepe haciendo 'botellón': "Sí, le tuvimos que requisar las cosillas. Había un sitio en El Soto de La Moraleja, que justo en frente había cositas". Broncano alucina: "Estaba de botellón, ¿dónde? Si allí no hay ni plazas ni parcas. ¿Quién más estaba allí? ¿Coentrao"?.

Juan Dávila, crac.