Qué triste existencia la de Juanma Castaño en la COPE. El presentador de 'El Partidazo' de la radio de los obispos españoles transita por la vida con una única preocupación: provocar al Barça. Mentir. Insultar. Despreciar y acusar de sandeces inmundas. Debe ser que la táctica le da audiencia, porque no desfallece en su obsesión. La cruzada del asturiano, en línea con el madridismo sociológico, el españolismo más rancio y una catalanofobia aberrante, busca tumbar el club culé y colocar a títeres de su cuerda. ¿Por ejemplo? Toni Freixa. Un visionario y un candidato fallido e irrelevante. No hay más preguntas, señoría.
Si Castaño y sus secuaces viven una especie de festival por la crisis instalada en el equipo de Xavi Hernández, con las futbolistas entrenadas por Jonatan Giráldez han pinchado en hueso. El Barça femenino es número 1 y cuenta con las mejor jugadoras del planeta. Alexia Putellas, antes, y ahora Aitana Bonmatí. Ligas, Champions, Mundiales, Balones de Oro, The Best. A las dos cracs ha dirigido enormes dosis de veneno, con resultado idéntico: ridículo. El ridiculazo de la COPE. Recuerden el pasaje tras el Balón de Oro de la '14', con Juanma gimiendo porque el Barça pasó olímpicamente de conceder una entrevista personalizada a un programa, una cadena y un personaje que los ha acusado de todo tipo de fechorías: incluso de doparse.
La entrega del Premio The Best, el galardón de la FIFA a los y las mejores del mundo fútbol, nos ha servido la última andanada. En esta ocasión ha pasado directamente al insulto personal contra la de Sant Pere de Ribes, a la falta de respeto ad hominem. El gran periodista, tú, el adalid de la profesión. Solo a un acomplejado se le pasa por la cabeza tildar a Aitana, la mejor jugadora de tu españita como "no es la alegría de la huerta". A ver si tiene los mismos bemoles de decirle lo mismo a cualquier otro jugador de equipos muy conocidos... y con testículos. Ya avanzamos que no. Todo serían gracietas de barra de club nocturno a las cinco de la madrugada. Es más de reír memeces machistas, por ejemplo, a un portero macho de Primera Federación al que le marcaron 12 goles y, el muy paquete, osaba decir que "uno de los goles fue de fútbol femenino". Este es el nivel.
Cada día tenemos más claro que a Juanma lo que le hace vibrar es el engagement, es decir: que se hable de él. ¿De qué manera? Eso le importa un rábano. ¿Son elogios? Suerte que ha tenido. ¿Lo zurran, como siempre? También le vale. Por eso sostenemos que, desde el punto de vista profesional, la situación nos produce una mezcla de repulsión y pena. Castaño de barro hasta arriba, y mientras tanto Aitana y compañía triunfando. Sufrirá. Ojalá fuera en silencio, como las hemorroides.