Los últimos días están siendo especialmente trágicos y dolorosos para los compañeros de La Sexta. Si la semana pasada lloraban la dramática muerte de la hija de 8 años de la presentadora de Más vale tarde, Adela González, ahora vuelven a estar de luto por otro final doloroso e irreparable.
Este es Juanma Linares, una persona muy querida en la televisión de Atresmedia. El cámara freelance sevillano hace años que entró a colaborar con La Sexta. Actualmente se encontraba en los Estados Unidos, donde hacía dos años que vivía junto con su mujer, que está embarazada, y sus dos hijas. El pasado 25 de mayo sufrió un ataque cardiaco y lo tuvieron que ingresar de urgencia en un hospital, donde quedó en coma inducido con graves lesiones cerebrales. Su familia no podía hacerse cargo de los enormes gastos que suponía su estancia en el centro hospitalario y se creó una campaña en las redes sociales para poder recaudar fondos. Incluso Josep Pedrerol, en Jugones, hizo un llamamiento a los espectadores para pedir que hicieran una aportación para este trabajador de la casa, padre orgulloso y bético de cuajo:
En pocos días habían recaudado 100.000 dólares, pero desgraciadamente el dinero no ha podido evitar el trágico desenlace. Hace unas horas su familia informaba, con un comunicado conmovedor, y agradeciendo a todo el mundo por su esfuerzo y ayuda: “En los próximos días podrá finalmente descansar. No queremos dejar de agradecer las muestras de cariño que a ambos lados del Atlántico nos han hecho sentir la importancia que él ha tenido en la vida de tantísima gente. Queremos honrar su memoria y recordarlo como la persona que siempre fue: bondadoso, trabajador, amigo fiel, hombre de corazón enorme, con una sonrisa y tiempo para cualquiera que se le acercase”.
Especialmente dolorosas han sido también las palabras que le ha dedicado un compañero periodista y amigo íntimo de La Sexta con quien trabajó codo con codo en numerosas retransmisiones, Leandro Iglesias, que le escribe: "Me contaban que en la terraza, entre el silencio, pasó una estrella fugaz cerca y de un tamaño desproporcionado, dejando una estela amarilla que atravesaba la oscuridad. Seguramente, era él, despidiéndose a lo grande, con su luz habitual. La sombra inmensa. Se ha ido un ser brillante, cargado de magia y distinto".
Descanse en paz.