Judit Mascó está muy enfadada. La modelo más famosa y querida de Cataluña ha leído una falsedad que la difama y no la publica un digital de tercera sino el diario La Vanguardia. Una rareza ya que el lector del Grupo Godó parece próximo a lo que representa Judit Mascó, siempre correcta, educada y catalana de orden. Por eso no se explica que la redactora Laia Ros, docente en el Colegio de Periodistas, publique un artículo sobre Youtubers como El Rubius que se domicilian en Andorra para pagar menos impuestos e incluya esta difamación:
Una bofetada sin justificación del diario a la modelo que todavía cuelga de la web de La Vanguardia 18 horas después de la protesta. Mascó nunca ha evadido impuestos ni se ha domiciliado en un paraíso fiscal. Ella es educada incluso en el desmentido, sin señalar al diario de Godó. "A raíz de recientes publicaciones por determinados medios de comunicación sobre mi persona, simplemente tengo que manifestar que las referidas informaciones no son ciertas, por cuanto resido y pago mis impuestos en España".
La han apoyado caras conocidas como la modelo Vanesa Lorenzo, la deportista Ona Carbonell o la ilustradora Pilarín Bayés, muy catalanas, mujeres, queridas e indignadas. Con el tema de los impuestos no se juega. Quien evade ahora, en tiempo de Covid cuando más falta hace ayudar a los otros, es repugnante. E incluir a Judit Mascó, barcelonesa ilustre, en un listado de caraduras es una pifia descomunal, que 24 horas después ni se ha rectificado. Habrá disculpa. Seguro.
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PD: Han publicado la rectificación. Les honra,