Judit Mascó entra por Navidad en las casas. El Papa Noel traerá la nueva colección de libros juveniles The forever girls Un grupo femenino que todo el mundo ve inspirada en sus cuatro hijas. Entrevistada por Albert Om en el Ara lo ha dejado claro: "Las hijas siempre van primero. Tengo 4 féminas en casa, muy reivindicativas, y ahora me siento muy orgullosa, la gran universidad de la vida la tengo en casa". Las chicas se le parecen al tener las cosas muy claras y empoderarse jóvenes. El mito del mundo de las modelos, que hombres poderosos los ofrecían trabajos a cambio de sexo, a ella nunca le pasó, no para que no existiera, sino por cómo es ella.
Judit Mascó: "Nunca me ofrecieron trabajo a cambio de sexo. No me ha pasado porque he sido muy miedosa, he tenido miedo de las cosas, eres muy jovencita, hay mucha competitividad, hay belleza, poder, yo evitaba las situaciones que me podían hacer sentir incómoda o llevar a equívocos. Siempre he tenido curiosidad pero nunca me he acercado tanto para que me pase una cosa en una fiesta en París. Yo veía cosas, señores mayores y poderosos buscando alguna cosa más. Yo pensaba Que ni me lo presenten. Por mi carácter soy mal pensada con las cosas, me tienen que demostrar para soltarme de verdad. Parezco correcto pero vigilo. Era consciente de ser joven y tener un físico privilegiado y muchas veces estaba sola. Normalmente trabajaba y cabe en el hotel. Marqué a algún fotógrafo, tengo mala leche. Nunca creí que hubiera de pasado por el tubo de nada". Mascó, la modelo seria que nunca se vio en medio de un pitote del Me too por lista, por esquivarlo, por verlo venir antes de tiempo.
La calificaron de ser tan profesional que eso le valió ser comparada con la reina de España: "Tú eres como la reina: una profesional". Es tan perfecta que todo el mundo la quiere en un plató de TV. Ella reconoce que es un ademán público, que con los suyos se relaja: "En casa no tengo ganas de reír y de ser simpática, siempre tengo que medir las palabras para no molestar a nadie, y con gente de confianza estoy tan gusto. Cuando salgo a pasear el perro voy en chándal, los chándals de hoy en día son mucho guais, con bambas. No salgo nunca mal en la calle. Nunca he salido mal vestida, de casa, siempre te puedes encontrar alguien. Hay muchas maneras de decir guapa, cuándo es denigrante, agresivo, desgarrador, con otro sentido, no me gusta. Ahora ya todos vienen del afecto de la gente. Ser guapa elimina parece que otras virtudes, joven siempre tenía que luchar por no ser calificada de tonta. Las modelos antes eran mudas, después nos dejaron hablar, opinar, y ahora descubres que hay de tono entre las modelos".
Las protes parecen Maria, Paula, Romita y Clara Mascó que las tuvo con el único hombre de su vida, su marido Eduard Vicente. Más de 30 años de casados, se conocieron cuando la Mascó tenía 16 años. Ahora tiene 55. Están 40 años juntos, sin una sola crisis pública. Han abordado juntos el proyecto más difícil de su vida, cuatro hijas y una adoptada en el África, Romita, hace 24 años. Lo hicieron como un equipo que todavía son: Judit y Eduard. Buitres lejos.
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