Hoy hace justo un año que Jordi Cuixart y Jordi Sànchez están en prisión. El 16 de octubre del año pasado, los Jordis estuvieron todo el día en la Audiencia Nacional esperando si podrían volver a casa o bien les encerrarían en la prisión acusados de sedición. Lo que ha pasado desde entonces, es bien sabido por todo el mundo. Un año en la prisión. 365 días de una de las injusticias mayores que se recuerdan a nivel judicial en España.
El Polònia de TV3, cuando acabaron temporada antes del verano, ya fueron los autores de uno de los momentos más sentidos y contundentes de los últimos tiempos en la historia del programa, cuando, en el último esqsketch del último programa antes del "cerrado por vacaciones" recordaron el encarcelamiento, no sólo de Cuixart y Sànchez, sino también del resto de políticos que ya hace unos meses que están en la prisión. Un gag que emocionaba, hacía enrabiar y hacía sonreír a partes iguales. Una maravilla de buen gusto y dosis de realidad mezclada con la comicidad que se espera de un programa satírico como el suyo.
Mientras un técnico cerraba las luces de plató, una panorámica nos llevaba a una sala donde se veía a Oriol Junqueras, Carme Forcadell, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Turull, Josep Rull, Dolors Bassa, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. Con un sketch sobrecogedor. Pregunta Romeva: "¿Creéis que en septiembre nos llamarán para hacer gags?". Responde Forcadell: "Creo que va para largo. Además, si nos llaman para hacer gags, será porque quieren reír de las cosas que hacemos".
El "va para largo" de la Forcadell de Polònia ya llega al año, en el caso de los Jordis. Y hoy, justamente el día en que se cumple esta triste efeméride, una de las guionistas del programa de TV3 ha revelado un secreto: como tenía que ser el gag que estaba preparando el programa y que nunca se llegó a grabar por como se habían desarrollado los acontecimientos en Madrid.
Júlia Cot explica que ella tenía que ser la encargada por el programa de escribir un esquema sobre la visita de los Jordis a Madrid y pensó en que "Sànchez y Cuixart habían contratado a un karateka tipo Cato del Inspector Clouseau para que los atacara en cualquier momento, por sorpresa. Era la forma de estar siempre alerta y preparados para las hostias que les pudieran caer de Madrid".
Explica Cot que "una de las características de los personajes era que los dos Jordis estaban absolutamente sincronizados y hacían los mismos gestos a la vez. Eran como un espejo. En aquella época, siempre los veíamos juntos y nos hacía gracia imaginar que se habían mimetizado". Además, aquel día estrenaban precisamente el personaje de Jordi Cuixart, que tenía que ser interpretado por el actor David Marcé, e incluso habían contactado con un especialista en artes marciales para que hiciera de Cato. "Todo eran buenos augurios para el sketch", reconoce la guionista.
Cot explica que no osa hacerlo por "el miedo a conseguir el efecto contrario –ofenderlos, entristecerlos o molestarlos de alguna manera-", que es superior, hoy por hoy, a la "felicidad que le provocaría hacerles reír".
Con un aviso para los hiperventilados que se cojan a este sentimiento que tiene ella misma para echarle en cara que no "quiera ofender a los dos Jordis":
Más claro no lo podría haber dicho. Seguro que a Cot, uno de los sketches que le hará más ilusión de escribir será el del día que Cuixart y Sànchez salgan de la prisión.