Julia Janeiro es la hija de Jesulín de Ubrique y María José Campanario. Tiene 18 años y busca la fama como una veterana. Le va bastante bien: tiene 222.000 seguidores, acaba de someterse a su primera operación de estética y ha cambiado de novio futbolista. Después de romper con Brayan Mejía, del CF Pozuelo de Tercera División, ahora sale con Álex Balboa, una joven promesa del Alavés 'B', también en Tercera. Cuando se conoció la ruptura con Brayan tardamos quince minutos en saber que ya tenía recambio: pretendientes no le faltan ni le faltarán. Tiene éxito, está claro.
El torero tiene otra hija, Andrea, fruto de su tormentosa relación con Belén Esteban. Ahora bien, Jesús pasa olímpicamente de la joven, que estudia en el Reino Unido entre otras cosas para huir de los paparazzis, de los programas de televisión y de los enfrentamientos públicos entre la expareja. El de Ubrique, sin embargo, hace todo lo contrario con Julia: le ha regalado una vida de lujo, cosa que molesta más a la de Telecinco: "A una le pagas las tetas y a la otra...". Ella, por su parte, parece sentirse cómoda con este rol de estrella farandulera. Le gusta la persecución, ser el objetivo de la prensa del corazón. No lo reconocerá nunca, pero sus comportamientos la delatan.
Janeiro se comporta como una celebrity, no hay dudas. Este puente de Todos los Santos lo ha pasado en Madrid con su enamorado... y una 'carabina': su madre, María José Campanario. La hija ha presentado al chico a la progenitora, y lo han celebrado con un paseo muy discreto. No iban disfrazados de Halloween, pero se hubieran colado en cualquier fiesta y nadie se hubiera dado cuenta de la diferencia. Ella con gorra, un plumas bien grueso, chándal verde fluorescente y zapatillas deportivas chillonas. Él también con chándal verde más oscuro, la capucha intentando tapar su rostro y una riñonera de piel. Es la moda entre los jóvenes con posibles. En cuanto a la Campa, su comportamiento también es de nota. Camina unos cuantos pasos por delante de la parejita, con gafas de sol en un día nublado, impermeable llamativo y chándal y, atención, un 'luisvi'. Sí, un bolso de mano de miles de euros. Imposible detectarlos por la calle, vaya.
A pesar de las dificultades que pusieron a los fotógrafos, oh, lástima, los pillaron. La escena es excepcional. Las caras y las miradas, sobre todo: Julia y Álex parecen Kim Kardashian y su ex Kanye West, ahora ya sólo Ye. Después de recorrer el centro de la capital de España entran a escondidas en un domicilio. Todo tiene un aroma a misterio de primera. El que no está es Jesulín, vete a saber por qué: o no quería participar de este circo o, sencillamente, vive mucho más tranquilo en la finca Ambiciones haciendo aquello que haga habitualmente, sin shows. Lástima, no vimos a la familia feliz y unida en este acto de presentación. En cuanto a Julia, otro detalle: le birló el bolso a su madre para inmortalizarse en redes luciendo la pieza de lujo en una imagen también muy discreta.
Tiene madera, es carne de cotilleo. Ha nacido una estrella. Apunten su nombre: Janeiro, Julia Janeiro.