Ha vuelto a pasar diez días después. Julia Otero ha vuelto a quedar atrapada dentro de un tren de Renfe en Catalunya. El 10 de junio se pasó 15 horas dentro de un vagón por una incidencia en l'Arboç, en el Penedès, volviendo de Galicia. Ahora en un trayecto más corto, de Barcelona en Valencia, y de noche. Penoso.
Otero, catalana nacida en Galicia, explota por una jornada exhausta que acaba encerrada en una de las líneas de tren más importantes y maltratadas por los diferentes gobiernos españoles, el arco mediterráneo. Y clama al cielo por la discriminación respeto la línea madrileña. De madrugada ha escrito con la legaña en el ojo:
A la misma distancia (350 km aproximados) Renfe ha invertido en el AVE madrileño que tarda 1h 40 y en la tartana del far west barcelonesa que tarda 5 horas para llegar a Valencia. Y no critica al PP sino a todos los presidentes españoles de los dos colores que han humillado al arco mediterráneo donde se concentra la inmensa mayoría de la población.
Ya no es una cuestión de centralismo, de ignorancia, de humillación o de estulticia. Es que Otero tiene más en común con un independentista que con un alto cargo del gobierno de España.