De entre todos los galardonados a los Premios Ondas que se entregan este miércoles, la persona que puede presumir de tener ya más de uno, de dos, de tres y de cuatro caballitos alados es Julia Otero. La periodista gallega ya suma cinco, con el que recibirá por el mejor programa especial de radio: "Tenía dos de tele y dos de radio, o sea que acabo" de desempatar", decía la ganadora con una sonrisa de oreja a oreja en el Palauet Albéniz de Barcelona, antes de recoger el Pegaso en la gala del Liceo.
Su "El gabinete" en Julia en la onda, en Onda Cero, es una de las secciones más longevas de la radiodifusión, "hace más de veinte años". Un espacio que fomenta la participación de los oyentes y el uso de la palabra como vehículo de conversación cívica, con grandes dosis de humor y autocrítica: "Aquello que se podría hacer en la vida perfectamente, ¿verdad?". Una Otero que ya se la ve que a irónica y mojarse no la gana nadie. Hace años que dice lo que piensa sin temores al qué dirán o al qué pensarán. Y unas cualidades, sobre todo autocrítica y civismo, que le faltan al Parlament de Catalunya o al Congreso dels Diputats: "Yo en mi Gabinete he tenido hablando al mismo tiempo a Pilar Rahola con Sánchez Dragó, Luis Racionero, Antonio Baños. Incluso, a veces se producían alianzas insospechadas en función de cuál fuera el tema".
"Por desgracia en Catalunya, todo gira en torno al tema identitario y el mundo está dividido en dos bandos, pero en otros temas hay muchos matices", considera una Otero que es consciente de que en Catalunya todo lo mueve el procés. Con zascas para ambos lados. Para los indepes, "Alguien tendrá que decir aquí que no es posible lo que prometieron. Ni posible, ni factible, ni justo, porque llegan a la mitad de la población", o para los unionistas, "alguien tendrá que explicar allí que se tiene que negociar y se tiene que pactar". Un pulso donde nadie quiere perder: "el que lo haga aquí y allí, perderá las elecciones. Nos faltan líderes que estén dispuestos a perder las próximas elecciones. No conozco a nadie. Y tú"?.
Uno de estos líderes es Albert Rivera, a quien peinó recientemente cuando fue al programa de Pablo Motos. "Cada uno habla pensando en su parroquia, él también, y se cometen muchas irresponsabilidades. Provocar incendios en el momento que estamos viviendo desde hace cuatro años, es una gran irresponsabilidad. Pero no estoy segura de que lo acaben pagando en las urnas. Las pagará el país". Irresponsabilidad que también viene por parte de algunos comunicadores, como Hermann Terstch, que dijo de ella, de Buenafuente, de Évole o de Griso que "todos los medios nacionales están copados por locutores y chistosos, analistas y presentadoras, catalanas de profesión y de vocación antifacha y anticaspa". Y ella responde: "En esta guerra hay muchos soldados y muchas trincheras".
Otro de los políticos de los que opina es alguien que esta semana ha cabalgado a lomos de un animal como la estatuilla que hoy levantará la periodista. Un Santiago Abascal, a punto para la reconquista, que le genera a Otero una reacción contundente: "no pienso hacerle el juego, lo estamos engordando hablando cada día de él. No le regalemos minutos de gloria. Es un spot que se hace para enseñarlo y comentarlo y que nos pongamos las manos en la cabeza. Todavía no ha llegado al Congreso. Cuando llegue, si llega, ya hablaremos. De momento es una fuerza extraparlamentaria, como el PACMA. Por qué no sacamos imágenes suyas?".
Julia Otero vuelve a ganar un Ondas y los Ondas vuelven a Barcelona, después de pasar por Sevilla el año pasado, por todo lo que se vivió durante el otoño del 2017 en Catalunya: "Empresarialmente y políticamente, había muchas heridas abiertas y tuvieron miedo de correr algún riesgo. Yo no creo que hubiera pasado nada, pero puedo estar equivocada. Supongo que no fue una decisión arbitraria y lo preguntaron a quién lo tenían que preguntar".