Pocas periodistas y presentadoras despiertan tanta simpatía generalizada como Julia Otero. Un premio merecido porque la gallego-catalana se lo ha trabajado durante décadas. Su carrera la avala en televisión y radio, metiéndose al público en el bolsillo. Una estima y admiración que estalló cuando compartió la noticia que nunca hubiera querido explicar ni protagonizar: le habían detectado un cáncer de colon. Tuvo que dejar Onda Cero durante unos meses por el tratamiento, claro. Una travesía muy dura con la quimioterapia en la que ha llegado a la meta de forma positiva. La enfermedad ha remitido y ella ha recuperado su vida. Con heridas de guerra y mucho aprendizaje, pero siempre adelante.
Otero, a la que ya volvemos a escuchar en 'Julia en la Onda', apareció en 'El Hormiguero' con Pablo Motos, en la que ha sido su gran rentrée televisiva. Una entrevista emotiva, sincera, con una Otero más genuina que nunca. Se abrió de par en par, confesando todo el recorrido desde que empezara esta pesadilla. El impacto del momento en el que detectó que algo no iba bien tras una revisión rutinaria, temblando de miedo y pensando en todo aquello que podría perder: sus hijos, sus nietos, los sueños: "La melancolía del futuro más que del pasado". Emocionante.
Julia también imapctó al referirse en términos muy directos y crudos a la temida quimioterapia: "Es veneno. Te quita la vida". Ahora bien, su caso no es excepcional, y quiere subrayar que "soy una enferma más de cáncer que ha pasado once meses muy duros como mucha gente. No quiero hacer bandera de nada". También es importante que la sociedad sea consciente de lo que supone para un enfermo escuchar "ha vencido al cáncer". Los que lo sufren saben que siempre deja secuelas y que tendrán que convivir con revisiones y vigilancia. "Cuando vuelvo a la radio y veo publicado 'Julia Otero vence al cáncer'... La opción de que vuelva está ahí. La vida está llena de incertidumbres, es una cosa que aprendes cuando te dan el diagnóstico y hay que vivir con esa provisionalidad".
También dejó una lección a tener en cuenta al compartir una anécdota cotidiana cuando subió a un taxi, después de que se anunciara su recuperación: un chófer muy fan de su programa la dejó de piedra cuando le pidió "bájese la mascarilla". ¿El motivo? No era ninguna historia relacionado con la covid o el negacionismo, sino un tipo de curiosidad muy humana: "A ver cómo ha quedado". Otero alucinaba por la morbosidad de la pregunta, pero lo disculpa: "Le salió así. Pero bueno, a los enfermos nos pasan esas cosas".
Julia Otero sana, alerta y en plena forma. Su mejor versión. Una gozada.