El 2025 ha empezado de la mejor manera posible, especialmente para dos compañeros de cadena, enamorados, felices y que se aman con locura. Nada mejor para empezar el año que haciendo las maletas y yendo de vacaciones juntos a alguna ciudad maravillosa como Berlín. Vivir una despedida de año y bienvenida del otro en la capital alemana es un win win de manual. Y a pesar de las bajas temperaturas que ha habido estos días en Berlín, su amor ha calentado sus días allí. Hablamos de dos colegas, dos periodistas que han trabajado en el mismo programa, el Tot es mou de Helena Garcia Melero, y que este martes han vuelto al trabajo, como bien recordaba ella, la gran Júlia Peguera.

julia peguera berlin
 

Ella y Enric Botella, reportero del programa mucho tiempo, ahora periodista en el 324, han estado unos días en Berlín, donde han hecho todo lo que se tiene que hacer y más: visitar la puerta de Brandeburgo, visitar uno de los monumentos más famosos de la ciudad, la columna de la Victoria, o Siegessäule, en el centro del distrito de Tiergarten, comer un döner kebab, ir a la isla de los museos, a la Alexanderplatz o a lo que queda del muro. Claro está que lo más bonito, viendo las imágenes que se han hecho allí, no son los monumentos y lugares de interés, sino verlos a ellos dos juntos, abrigados el uno al lado del otro, ojos brillando de amor, cómplices y enamorados. La red y los compañeros de TV3, fundidos: "Se ha empezado bien", dice Júlia... No hace falta que lo jure. Guapos, envidia sana. Id pasando las imágenes hacia la derecha:

Júlia y Enric aprovechan su tiempo libre y a la mínima que pueden, hacia el aeropuerto falta gente, cogen un avión y se plantan en cualquier ciudad o país. El año pasado, sin ir más lejos, fueron a la preciosa Lisboa, otra ciudad que enamora. Por no hablar de las vacaciones que pasaron el pasado verano en Colombia ("Una semana de soroche, corrientazos, chicharrones, esmeraldas, salsa, aguardiente y buena gente"). Los dos son dos de los periodistas de nueva hornada de TV3 que mejor labor están haciendo. Dos comunicadores excelentes, empáticos, profesionales, dos apuestas de presente y de futuro, dos realidades que hace ya un tiempo que informan a los espectadores catalanes de todo aquello que pasa en cualquier rincón de país. De Sant Joan Despí para el mundo.

Júlia y Enric, maravillosos. O, en este caso, wunderbar.