Julio Ruz pasó con más pena que gloria por Gran Hermano Dúo. De hecho, pasó con pena y con rechazo. El que provocó después de su comportamiento con su ex pareja, María Jesús Ruiz, que le valió que la organización del programa le echara por "conducta inaceptable". La conducta que provocó las iras de los espectadores fue arrinconar a la otra concursante, seguirla por toda la casa ("no pasa nada, yo te persigo. Donde quieras que vaya, vamos a ir"), comentarios menospreciándola ("Aquí la única perra que hay eres tú que no sabes de lo que has trabajado") o cogerla del brazo fuertemente: "Me haces daño y lo sabes", le dijo ella a él.
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El empresario andaluz provocó grimita delante de las cámaras por su comportamiento. Y ahora ha hecho lo mismo por su aspecto físico. Hace meses que viene anunciando que estaba dispuesto a aplicarse un injerto en la cabeza. Y dicho y hecho, en poco tiempo ha pasado de tener una cabeza como una bola de billar a tener un nido de colibrí encima del cabolo. Una frondosa cabellera, acompañada de barba, como si fuera la versión Hacendado de Can Yaman. Antes:
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Ahora:
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La cabeza de Ruz ha cambiado. Lo que hay en su interior sigue siendo lo mismo: críticas y más críticas hacia su ex, María Jesús Ruiz, de quien ahora ha dicho: "Cuando oigo las declaraciones de María Jesús me caliento y me cabreo. Miente más que habla". Hay cosas que no cambian, por mucho pelo que le pongas.