Justin Bieber se ha hecho todo un hombre. Ya no queda mucho de aquel niño encantador  que maravillaba a todo el mundo con sus canciones y su carácter espontáneo. Hace tiempo que se convirtió en un adulto, dejando atrás una infancia y una adolescencia fulgurantes, repleta de éxitos musicales. Bieber, casado con Hailey Baldwin, ya no canta mucho, aunque sigue despertando el interés de público y medios de comunicación. Ahora lo hace por su comportamiento público, por sus hábitos poco saludables y por las aristas de su personalidad. Vive "deprimido", asegura. Una depresión que se aprecia en su cutis, la única parte de su anatomía que parece estar haciendo un viaje atrás en el tiempo: El acné juvenil ataca (de nuevo) al canadiense.

GTRES

No es la primera vez que Bieber sufre esta enfermedad crónica, asociada con la juventud, pero que en el caso del artista podría deberse a alguna razón extra. Muchos lo tienen claro: El motivo de la seborrea del cantante es, ni más ni menos, el estrés. Recordamos que abandonó su carrera musical en el 2016, debido a problemas médicos asociados al alocado ritmo de vida de la celebrity. Otros están seguros de que lo que le pasa al canadiense tiene que ver con la polémica con Taylor Swift. Y los más empáticos apuntan a que es debido a la celebración (a todo trapo) de la boda con Hailey, una celebración que repetirán en septiembre y que le quita el sueño desde hace semanas.

@justinbieber

En fin, que Justin, el chico perfecto que se tenía que comer el mundo, es como el resto de mortales, a pesar de su infinita cuenta corriente. Y es que ni siquiera el dólar es suficientemente poderoso contra el peligroso enemigo granos, puntos negros y erupciones cutáneas propias de la pubertad. Como decía la telenovela, "los ricos también lloran".