Karlos Arguiñano sigue haciendo un programa diario de cocina en Antena 3 y publicando un libro de recetas de cara a Navidad. No se le acaban nunca las ideas. Esta semana ha reconocido que hay una manjar deliciosa, una cosa que existe en todas las neveras, que él recomienda comer cada día, a pesar de su mala prensa. La pregunta de cuál es el único alimento que come cada día de su vida tiene una respuesta sencilla y maravillosa: el huevo de gallina. "No creo que no haya un día de mí vida en el que no haya comido huevo. Qué maravilla de alimento. Su precio ha subido, como todo en la vida, pero el huevo de caro no tiene nada". Dicen que no es bueno comer cada día pero él ha llegado a los 76 años con salud haciéndolo.

huevos fritos
huevos fritos
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Karlos Arguiñano, GTRES

Desde que Ferran Adrià terminó, el chef más popular vuelve a ser Karlos Arguiñano. El vasco es el cocinero más famoso y amado por amable y por su forma de explicar recetas. Ya hace 35 años que tiene un programa diario de cocina, antes en TVE y ahora en Antena 3, que acostumbra a ser líder de audiencia a los mediodías. Se emite cuando a la mayoría de casas se está preparando la comida. Empezó a hacer tele cuando tenía 40 años, por lo tanto, ahora su edad es de las que tiene buena pinta lucir: 76 años, pero ni piensa en jubilarse. Sigue al pie del cañón, y del fogón. Se mantiene al frente de todos sus negocios relacionados con la hostelería en Guipúzcoa: el restaurante-hotel KA y la escuela de hostelería Aiala, los dos en Zarautz, y las viñas y la bodega K5 en Aia, a unos 20 km. Tiene una socia principal, su mujer Luisi Ameztoy. Y aparte cuentan con un ejército de siete hijos, siete, colocados estratégicamente en diferentes ámbitos de la empresa familiar.

Los hijos, cinco chicos y dos chicas, no son muy conocidos excepto el más mediático, Joseba, el repostero, que se dedica también a hacer TV con un programa de cocina a Euskal Telebista. Aparte tiene dos obradores donde hace repostería, elabora pasteles, brioches y postres dulces. Es lo que más se parece a su padre, por desenvoltura delante de los fogones y de las cámaras, y para su físico. Karlos padre y Joseba son muy parecidos:

La matriarca es Luisi Ameztoy, rabia de la misma edad que el cocinero. 50 años de casados, siete hijos, seis biológicos, un adoptado, y unos gemelos que murieron dos meses antes de nacer. Una familia sólida como una roca, currantes. Inspirados por la gran Luisi que solo aparecía en alguna foto de Instagram. Luisi es el arquetipo de la mujer que no vive en la sombra del marido famoso sino que es gran parte de la razón del éxito del marido famoso. El empuje familiar viene de ella. Escribe Hola "Con tan solo nueve años, Luisi ya ayudaba a su madre a repartir pescado. “Mi madre tenía una pescadería y rompió aguas allí mismo, fue a la calle Santa Marina y me parió allí”. Cuando cumplió los 15 años, viajó a Francia donde trabajó como au pair primero y limpiadora en un colegio. Con 24 años se casa con Arguiñano. Ella, de Zarautz, él, de Beasain. Ahora es la jefa, la capitana". Una estirpe de poder.