La detención de Carles Puigdemont en la isla de Cerdeña, concretamente en L'Alguer, al punto más oriental de habla catalana, tiene algo simbólico. El 130.º president de la Generalitat se ha podido mover por toda Europa excepto España gracias al hecho de que diferentes tribunales han visto excesivos los cargos que pesan sobre él en la justicia española.

A la espera de que los jueces italianos digan lo mismo, España vive su enésima sed de revancha con portadas inflamadas y ultras deseosos de una extradición que nunca han conseguido en 4 años. Puigdemont libre les pone de los nervios.

Carles Puigdemont en libertad, GTRES

Viendo los programas de TV, radio y tuits de los fachas, quien les ha parado los pies es Karmele Marchante. La periodista catalana es muy popular en España gracias a haber dedicado años a la prensa rosa. Eso no le ha resto ni una brizna de sensibilidad política.

Luchadora de las causas justas, sean el feminismo o el catalanismo, está harta de la hipocresía española que brama para juzgar un expresidente por poner unas urnas pero calla y baja la cabeza ante un exjefe de Estado, el rey Juan Carlos, que evita todos los juicios que le tendrían que haber caído por la corrupción admitida, y la no admitida.

Karmele Marchante en TV3

Karmele clava un varapalo a todos los españoles que callan: "Antes de rasgarse las vestiduras los y las nazis hablando de Carles Puigdemont, que miren hacia Abu Dhabi donde un fugado y ladrón se está riendo desde hace más de un año de toda nuestra Ciudadanía".

Y envía lacitos amarillos a todos estos cínicos. Juan Carlos tan ancho entre lujos en los Emiratos Árabes, un país sin convenio de extradición con España, habiendo admitido que ha defraudado Hacienda y sospechoso de delito fiscal, como poco, y de más delitos como blanqueo de capitales.

Juan Carlos en Abu Dabi, Antena 3

Karmele es hábil y rebate a los anti-Puigdemont donde más les duele: el rey de los españoles les ha robado, admitido por él cuando ha regularizado millones con Hacienda.

Y es un delincuente confeso ya que hizo la regularización después de saber que la Fiscalía lo perseguía. No voluntariamente. Eso lo tipifica el Código penal como delito de fraude fiscal.

L'Alguer dictará sentencia pero la opinión pública ya sabe que más allá de Italia hay un país no democrático donde se esconde un multimillonario que vive a cuerpo de rey a costa de lo que ha robado a Hacienda: Juan Carlos. Karmele valiente.