Cae el atardecer en Madrid cuando En Blau se cita con Karmele Marchante en "una terraza monísima", tal y como nos dijo el día que la llamamos para vernos, en pleno centro de la capital. Lo cierto es que razón no le faltaba.

 La que fuera colaboradora de televisión nos habla de su vida, de sus proyectos y de lo que ahora realmente le importa: la política y el feminismo. nos encontramos con una Karmele "muy feliz y contenta" e igual de coqueta que siempre. "Tengo que peinarme para hacerme las fotos", dice justo al vernos. Perfectamente conjuntada, con carmín rojo, jersey de punto rojo y la estelada como pendientes, coge fuerzas para la entrevista comiéndose un yogur. La periodista catalana, nacida en Tortosa y cuyo nombre es María del Carmen Marchante Barrobés, cuenta con una dilatada trayectoria a sus espaldas. Sus inicios se sitúan en la radio, para trabajar posteriormente como corresponsal en Madrid. Se introdujo en la tele con el programa Informe Semanal y, a finales de los ochenta, se puso al frente de la revista de contracultura española, "Star". Sus andadura en la prensa rosa la empezó con el programa Tómbola. También la vimos en espacios como A Tu Lado o Sálvame, programa que describe como "salvaje". Mujer independiente, feminista, masona, espontánea y con un punto de locura, me explica que está colaborando con la revista "Quién" y que está preocupada "por la vida misma". Ríe. Además, nos  comenta que está inmersa en la escritura de su nuevo libro, sobre la prostitución y la trata de mujeres y niñas porque "es un tema que a día de hoy es muy pujante". El libro saldrá a la venta a finales de este año pero confiesa que "aún no tiene pensado el título".

 Karmele, ¿cómo ves la situación que se está viviendo en Catalunya?

Estoy muy acongojada. Estoy al loro de todo lo que pasa y muy triste por esta invasión. Lo estoy siguiendo mucho, mucho, mucho y estoy constantemente hablando con gente de Barcelona, de Cataluña y con gente con la que hice la campaña del 2014. Yo estuve por la Diada en Barcelona y fue estupendo. Después, fue el día de la invasión a Catalunya por parte del Estado español, del Gobierno español. Es una cosa que nunca en la vida me hubiera imaginado, aunque es de agradecer la actitud de la ciudadania catalana, tomando las calles y no temiendo a la sumisión. ¿Qué se piensa el dictador de Rajoy? ¿Qué hará lo que quiera con Cataluña? ¿Qué mandará a las tropas? ¿Al ejército? Con estos guardias en barcos de "pitipón" que ha puesto en el puerto de Barcelona...

Te vemos muy reivindicativa en Twitter...

Pero es que yo siempre he sido reivindicativa en Twitter. Bien por feminismo, bien por la independencia o bien por la izquierda, siempre he sido reivindicativa, no es nada nuevo. Estoy inmersa en la actualidad como siempre, pero claro, estoy cabreada y se nota.

¿Qué te parece el revuelo que ha generado tu declaración sobre quemar el Tribunal Constitucional y la Conferencia Episcopal?

Es una metáfora hipotética. Hice estas declaraciones el día que hicieron en Madrid del acto de apoyo a la independencia de Cataluña. Un acto que prohibieron a Manuela Carmena. Estábamos en el Teatro del Barrio y allí respondí muchas preguntas para los medios de comunicación. Pero resulta que, sin darme cuenta, respondí a un medio con ideologías contrarias a las mías. Y cuando me dijeron: "¿Qué pasa con el Tribunal Constitucional?" respondí: "Bueno, haremos lo que siempre cantamos en las manifestaciones feministas: "Vamos a quemar, vamos a quemar, la Conferencia Episcopal". Y también les dije, cuando me preguntaron por el Tribunal constitucional: "Pues mira, quemadlo".

Realmente piensas que deberían de quemarlo, ¿o no?

Bueno, si desaparece no pasaría nada. No sirve para nada, está politizado, está a las órdenes de un dictador. Quiero decir, estos jueces, que la mayoría son hombres, heterosexuales, violentos y fóbicos, tienen odio contra Cataluña y esto les induce a hacer las cosas que hacen. Por lo tanto, desear que este órgano de represión desaparezca, pues es una metáfora del fuego.

¿Te veremos en las urnas el próximo 1 de Octubre?

Sí, sí, sí, sí. Yo estaré en Barcelona el 1 de octubre y voy a estar al lado de una urna, pase lo que pase. Votando a favor de la independencia, me imagino... [Entre muchas risas]. Claro, después de querer quemar un Tribunal...

¿Qué opinas de la polémica que ha habido con el referéndum para la independencia?

Todo esto no es democracia, todo esto es una invasión de un territorio, que lo que está pidiendo es hacer un referéndum. Un referéndum es una petición de los ciudadanos y, por lo tanto, tiene que ser lícito. Lo que es ilícito es la invasión del Estado español. Yo no sé cómo no se avergüenzan de que alrededor del mundo se estén viendo todos estos militares reprimiendo a la ciudadania que está pacíficamente en la calle. Siempre dije que la independencia pasaría por una subversión del orden establecido, y que tenía que ser pacifista.

¿Hacen falta más mujeres a favor de la independencia de Cataluña?

Sí que es verdad que hay muchas feministas en Cataluña, pero las más feministas y reivindicativas son las de la CUP, las que siempre dicen que las cosas se harán desde un punto de vista de feminizar a la sociedad. Y esto es lo que yo quiero, que se feminice la sociedad y que desaparezcan todas estas fotos, que a mi me duelen profundamente, donde se ve al Rey rodeado de la Magistratura de España, y que todo sean hombres y horribles, por cierto. Yo defiendo una republica catalana, independiente, libre, firme, fuerte, económica, feminista y laica.

¿Quién tiene la culpa de todo lo que está pasando en Cataluña?

El Estado español, sin ningún tipo de duda. En este escenario hay dos personas importantes. Por un lado está Carles Puigdemont, que representa a Cataluña, a la Generalidad y a los ciudadanos. Y después hay un peso pesado, que es un dictador, que, tal y como dijo el presidente Puigdemont, tendría que estar en el Valle de los Caídos. Además, a mis compañeros de prensa les hacen cambiar los titulares y les están controlando todo.

¿Si tuvieras a Mariano Rajoy delante que le dirías?

Le diría cerdo, dictador y de todo, si es que me digno a hablar con él... Es usted un cerdo facha. Ya lo he tenido delante cuando era ministro de "incultura". [Ríe]. ¿A día de hoy no te planteas hablar con él? [Ríe] No, aunque él quisiera hablar conmigo, yo no hablaría con él.

¿Estamos volviendo a la dictadura?

Yo trabajé durante la dictadura y nunca me pasó todo esto, nunca en la vida, y mira que pasaban cosas. Cuando trabajaba en la época de Franco yo era libre, hacía lo que me daba la gana. Ahora, como catalana, no me siento libre. Para ponerte un ejemplo te diré que el otro día me sorprendí a mí misma cuando cogí el DNI para ir al Teatro del Barrio para asistir al acto a favor de la independencia de Cataluña.

¿Cómo te imaginas a la Cataluña independiente?

Un país libre, renovado y laico. Un país que se irá construyendo poco a poco y con tiempo. Un país que creará un territorio nuevo, una democracia nueva, una economía y leyes fuertes y una independencia económica. Todo lo que tienen los países ricos y fuertes porque Cataluña es un país rico, tal y como dice el himno de "Els Segadors".

¿Te planteas volver a Barcelona?

Me gustaría mucho poder volver a Barcelona, pero no puedo ir porque no encuentro un trabajo que me interese y que me permita vivir. En su momento me lo planteé, incluso hablé con gente de Cataluña porque me hacía ilusión volver, pero no pudo ser. Entonces decidí quedarme aquí porque aquí tengo la vida hecha.

¿Te veremos en algún medio de comunicación catalán?

[Ríe]. A mí me gustaría, pero no he recibido ofertas y supongo que también me ha hecho daño estar en ese programa [refiriéndose a Sálvame]. A la gente se le ha olvidado mi trayectoria anterior y solo se acuerda de esta "purria" que hacía.

¿Cómo se vive siendo independentista en Madrid?

En mi círculo no hay ningún problema, yo estoy muy bien. El problema son los insultos que he recibido en el gimnasio, en la calle, cuando conduzco... Mi vida transcurre en la calle y cuando me ven, me dicen un montón de cosas. No estoy en peligro pero se nota que la gente sabe cómo pienso y me lo dicen. Me dicen: "Zorra independentista, puta catalanista...". Pero, en general, te diré que en España no se vive bien porque hay pobreza, hay paro, muchas cosas no están resueltas, la sociedad no es igualitaria, las cuestiones de las mujeres no están definidas... El Gobierno lo ha hecho todo mal, la ciudadanía no está contenta porque los políticos han hecho muchos recortes. Te pongo un ejemplo rápido. El Tribunal Constitucional, este que quiero quemar, tardó siete años en aprobar la Ley de divorcio, mientras que en siete minutos aprobaron la invasión de Cataluña.

Cuando estabas en Telecinco, por el hecho de reivindicar el independentismo, ¿también te insultaron?

Fue horroroso. El día que salí en la revista Interviú, envuelta con la senyera, fue un acoso y derribo en plató, ante la pasividad de los directores y directoras del programa. No movieron ni un dedo para que a mi no me quemasen viva en aquel plató, ¿eh? Acabaron cantando el "Viva España", me quemaron viva. La gentuza con la que yo trabajaba me decía por los pasillos: "Zorra independentista, nos das asco, ¿por qué estás aquí?". Esto lo he tenido que escuchar y lo sabían todos pero nunca nadie dijo nada. Es una vergüenza.

¿Volverías atrás en el tiempo?

No porque yo no estaba cómoda. Estuve allí [refiriéndose a Sálvame] desde el principio. En total han sido unos seis o siete años y era un lugar salvaje e inhumano. Huí. Cuando estuve preparada para irme me dijeron que debía asistir a una reunión con la cúpula de la productora, pero me negué. No quería despedirme de nadie y se enfadaron cuando me marché porque nadie lo había hecho. Simplemente me fui. Punto y aparte.

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Decían que te habías ido de vacaciones...

No. Ellos lo escondieron y no dijeron nada. Pero un día recibí una llamada de Paz Padilla para preguntarme si seguía de vacaciones. Hacía ya un mes y medio que me había ido del programa y se lo comuniqué a ella también. Ella me comentó que nadie se lo había dicho y entonces le dije que si la habían engañado a ella, que se imaginase lo que harían con el resto. En aquel momento, publiqué en Twitter que habían engañado a Paz Padilla. Y desde entonces todo ha sido positivo porque no han vuelto a hablar nunca más de mí. Pasé de estar agobiada, por todas las cosas que hacía y de tener todo el día cámaras detrás de mi, a no tener nada. Es lo que quiero, el "Nirvana" de mi existencia.

Imagino que con lo que me estás contando no mantienes relación con nadie del programa...

Sí que mantengo contacto con algunos, pero prefiero no decir con quién porque sería peligroso. Aquello es como un campo de concentración.

¿Animarías a otros compañeros tuyos a que hicieran lo mismo que has hecho tú?

A mi me consta que hay gente muy infeliz y que se irían, pero si no lo hacen es quizá porque no pueden. Puede que tengan miedo o necesiten el dinero, que lo entiendo perfectamente, es comprensible. Pero sé de gente que si pudiera se iría.

En el caso de una Cataluña independiente, ¿te veremos representándola en el festival de Eurovisión?

No se sabe nunca, pero no creo. Aunque si me lo dicen y me lo proponen, sí. De momento, te digo que ya tengo el billete de avión para ir a Lisboa a ver el festival de Eurovision. Y voy a ir con la estelada.

Qué se te viene a la cabeza si te digo...

Democracia: Nos hace falta.

Referéndum: Referéndum ,referéndum y referéndum.

Yogures: ¡Ah!, me encantan.

Feminismo: Es mi vida.

Independencia: Es mi filosofía de vida y estoy luchando para ello.

Supervivientes: Fui muy feliz en Supervivientes.

Mariano Rajoy: Asco.

Carles Puigdemont: Bien, se puede superar.

Manuela Carmena: Me encanta.

Podemos: Todo el mundo se piensa que soy de Podemos, pero no lo soy.

Al acabar el encuentro entre En Blau y Karmele Marchante, la periodista nos regaló este saludo para todos nuestros lectores: