Si 'Sálvame' ha sido un formato de televisión revolucionario y que ha marcado una época, se dice y no pasa nada. De la misma manera que, a lo largo de sus 14 años en antena, de récords de audiencia y de escenas imborrables, deja un montón de polémicas, críticas feroces y más de un cadáver en el armario. Es así. La cancelación del programa es el triunfo de estos últimos, la venganza final. Un grupo heterogéneo, desde Gerard Piqué a Antonio David pasando por Karmele Marchante. La periodista de Tortosa pasó de formar parte del show hasta que el propio show la devoró. Se sintió maltratada y se marchí en dos ocasiones: en 2011 y, definitivamente, en 2016. Denunciaba presiones e insultos por ser independentista catalana y feminista, se ensañaban con ella. 7 años de espera han tenido recompensa.

Marchante no ha estado callada durante todos estos años, ni mucho menos. De hecho acababa de publicar un libro de memorias en el que, evidentemente, hacía referencia a esta etapa laboral convulsa y agria. Antes les había lanzado calificativos como "cocainómano, ladrón de Hacienda, pocilga de basura, enano psicópata, grasiento, enfermos, estafadores". No está nada mal. Estos ramalazos obedecían a una provocación: "Tengo prohibido a esa basura que hablen de mí. Si lo hacen, canto. Me largué sin despedirme, trabajar ahí era un estercolero. Drogas, maltrato, 'bullying'... Son canallas, mentirosos". Quizás porque se ha despachado a gusto durante tanto tiempo ahora que finalmente ve el ataúd pasar tampoco da saltos de alegría. De primeras. Después se suelta.

Karmele Marchante y Jorge Javier Vázquez en 'Sálvame' / Telecinco

Karmele, 7 años de espera, llega la venganza. Solo salva a unos pocos escogidos

El diario 'El Mundo', encargado de filtrar el fin del programa de Jorge Javier Vázquez y la entronización de su rival Ana Rosa Quintana, ha aprovechado la ocasión para rescatar las memorias de Karmele, "No me callo", de Ediciones B. Y claro, no han perdido la oportunidad para que ajustara cuentas pendientes con el espacio de 'La Fábrica de la Tele'. Evidentemente no con todos, porque detrás del programa hay muchas personas que sencillamente se ganan la vida allí como en cualquiera otro trabajo. Por ellos, "ni me alegro ni me dejo de alegrar. Tengo relación con la redacción y los puestos de trabajo me importan. Pero los directores, el plató y el cabeza de plató sí que me alegro. ¡Que se fastidie!" Marchante cogiendo carrerilla. Ahí va.

Karmele Marchante / GTRES

Marchante sin piedad, "mafia rosa que compra bebés"

Karmele ataca por el flanco del feminismo: 'Sálvame' ha intentando abanderar la defensa de los derechos de las mujeres, con la explotación del caso Rocío Carrasco como gran exponente. Una postura, sin embargo, que choca con la memoria del espectador, tan privilegiada como la hemeroteca, el archivo audiovisual y las redes sociales. Situaciones vejatorias contra las mujeres hemos visto unas cuantas en ese templo del feminismo. Ella, por ejemplo, se siente una víctima de cabo a rabo, y no lo esconde. "La misoginia en Sálvame es incurable. Son gente nefasta, letal e inculta que solo sabe de bronca, insultar, chillar. Una mafia rosa que compra bebés y maltratadores de manual". Sin piedad, hasta el último aliento.

Karmele brindando / Instagram

El luto de unos, el gozo de otros. La vida.