Cuando 2.300 aficionados del Valencia viajaron a Milán el 19 de febrero, ahora hace una semana, para ver el partido de Champions de su equipo con el Atalanta, no pensaron que podían contagiarse de coronavirus. Sólo había tres casos confirmados en toda Italia. Pero un par de días más tarde, entre el 21 y 22 de este mes, el número de positivos se empezó a disparar hasta los 500 que hay ahora. Sobre todo en la región de la Lombardía, donde se disputó el partido. Así que la posibilidad de que alguno de los asistentes se hubiera infectado estaba ahí, y hoy se conocen los primeros casos. Entre ellos, el de un periodista que cubría el partido: Kike Mateu, colaborador de Josep Pedrerol en El Chiringuito de Jugones.
Aunque se encuentra perfectamente, el tertuliano está ingresado: "Estoy aíslado en el Hospital Clínico después de ser el paciente 0 del coronavirus en Valencia. Maldita la gracia y la suerte", ha explicado por televisión en conexión con el programa de Pedrerol. Luciendo mascarilla internado en una habitación, Mateu define la enfermedad como "un catarro que no tiene mucha más importancia". Buen humor para demostrar que no hay para tanto y que no hay que tener miedo de nada: "Estoy muy bien y quiero mandar un mensaje de tranquilidad a todo el mundo, a los que me han rodeado en el viaje y a los compañeros de otros medios de comunicación". Incluso se anima a bromear: "Lo que me tiene más que aburrido es este aislamiento".
Cosas de la vida, Mateu no gastaba el mismo tono cuando, cinco años atrás, España repatrió a un infectado de ébola por la epidemia en África. La hemeroteca de Twitter muestra lo que decía entonces:
Sea como sea, la situación ahora es otra y para acabar de tranquilizar a todo el mundo, Kike Mateu tiene preparado un chiste futbolístico final: "El coronavirus me ha fichado". Tan malo que es de tarjeta roja.