Kiko Hernández ha sido esta semana el protagonista de la revista Diez Minutos al presentar a sus hijas Abril y Jimena. Dos mellizas que tuvo a través de gestación subrogada hace seis meses: un sueño cumplido para el colaborador de Sálvame. Un parto que se adelantó, sin embargo, naciendo una de las pequeñas con un problema en el corazón.
Como consecuencia de eso, Kiko decidió bautizarlas: "Al nacer con menos de un kilogramo y verlas llenas de tubos, yo no paraba de ir a la capilla del hospital porque no sabía si al día siguiente habría una desgracia", ha relatado a la revista.
Un mal momento que afortunadamente superaron, aunque todavía no todo son flores y violas para Hernández. Y es que el colaborador ha confesado que sufre artritis, una enfermedad que le impide hacer de padre con normalidad.
"No puedo mover bien la mano derecha, me dan pinchazos y tengo dos dedos casi inmóviles. Las cojo y les doy el biberón con la izquierda, porque con la mano derecha no puedo ni me atrevo. Me da miedo que se me caiga una de las niñas", ha asegurado.
Sin embargo, se muestra optimista y ha afirmado que quiere ir a por el niño: "Si Dios me da salud y dinero, lo haré", sentencia.