Si 'Sálvame' ha conseguido un hito destacable a lo largo de su historia ha sido convertir la vida privada de sus tertulianos en un elemento más de debate y cotilleo. Para algunos, como Belén Esteban, la cosa ya iba con el sueldo, por no hablar de Antonio David Flores. Otros se han ido incorporando a esta lista: Lydia Lozano y su marido Charly, Kiko Matamoros y su universo, o los pequeños dramas de Anabel Pantoja. De la mayoría se sabe bastante, menos de uno: Kiko Hernández. La intimidad del madrileño es uno de los misterios más ignotos de la televisión actual, especialmente su vida sentimental. Si tiene o no pareja es un agujero negro informativo desde que mantuviera una relación muy extraña con Patricia Ledesma en 'Gran Hermano' 3. Tampoco se sabe mucho cosa más que ha sido padre de dos niñas por subrogación de vientre o que presentaba actos y animaba 'el cotarro' en un bingo. Y punto. Se ve, eso sí, que el apagón informativo se encuentra en proceso de deshielo.
La paternidad, la edad o vete a saber el qué está haciendo cambiar a Hernández, muy diferente a aquel tipo hiperagresivo que vomitaba ataques machistas y repugnantes a compañeras. Bueno, ahora no es que no sea agresivo en los platós, que lo es, pero con otro estilo. Donde más se nota el cambio es de puertas hacia fuera: sus redes sociales nos permiten descubrir algunos pequeños rincones de su día a día, e incluso su casa. Su refugio también ha sido inexpugnable para los medios de comunicación, seguramente motivado por los episodios de acoso que ha ido denunciando durante los últimos años. Ahora parece más tranquilo, y se permite "el lujo" de compartir una fotografía casera y hecha por una de sus criaturas: en pijama. Así seguro que no lo habíamos visto nunca, ni siquiera en 'GH'. Y mira que lleva un montón de años saliendo por la tele. La camiseta y el pantalón, los dos a rayas (pero nada conjuntadas) nos acercan al Francisco Hernández sin la máscara de tiburón televisivo, que no es poca cosa.
Vaya, que en Kiko es humano. Hace barbacoas como el emérito, tiene un perro y poco gusto para escoger un pijama. Y nosotros que pensábamos que iba a pilas y dormía en el almacén de Telecinco. 2021 no deja de sorprendernos.