El estallido del caso Rocío Carrasco es como una ola gigantesca que ha impactado contra la opinión pública... y contra Telecinco. La actitud de la cadena ante el testimonio de maltrato y violencia de género es desgarrador, aunque existe debate en torno a los intereses de unos y otros por hacer público el escándalo tantos años más tarde. En Mediaset ya han visto cómo rodaba la cabeza de Antonio David Flores y se percibe que la disidencia es un peligro para mantener la silla. Uno de los problemas principales, que durante décadas se ha favorecido sólo la versión del malagueño, y ahora las tornas han cambiado. Los tertulianos se enfrentan como pueden a la situación: hay quien es valiente como María Patiño, mientras otros buscan cobijo, como Belén Esteban. Otro tótem que está rectificando es Kiko Hernández, que pasa del 'compadreo' con el exguardia civil y ser de los que llamaban "mala madre" en Carrasco a sentenciar a Flores: "me alegro de no ser compañero de Antonio David".
Hernández se ha conmovido con el relato de Rocío y ahora la defiende con uñas y dientes, a su estilo. No hace prisioneros, ni tampoco los ha hecho nunca. Lleva muchos, muchos años en la tele, desde que participó en 'GH' para convertirse después en uno de los colaboradores más agresivos de la cadena. Pasó por 'Crónicas Marcianas', coincidido con Antonio David, que ya estaba a la greña con Carrasco. Lo conoce bien y lo ha defendido a menudo. El caso es que ahora es todo lo contrario. Fue uno de los invitados, junto con Laura Fa y Pilar Eyre, en el debate que presentaba Carlota Corredera, abanderada de la denuncia feminista sobre el caso. La red miraba el programa y a Kiko Hernández en el papel de defensor de las mujeres y se encendía. La hemeroteca es puñetera, especialmente si tienes un pasado delicado y en ocasiones, repugnante. El vídeo con el que le responden (recuperado del mítico 'Telemonegal' de Betevé) es brutal: así trataba a la 'gran hermana' A Sonia Arenas: "pones el coño a los famosos, eres puta televisiva, te han dado un pollazo". También le recuerdan otras conductas.
"Te doy dos hostias", amenazaba un Hernández 'ultramachirulo' con que incluso sorprendía a Xavier Sardà. Eran otras épocas y todo el mundo tiene derecho a cambiar, sí. La acusación de Rocío Carrasco es dura e impacta. Ahora bien, vídeos como este también. Si tiene que caer el telón, que caiga, pero para todo el mundo.