El programa La resistencia ha conseguido en poco más de un año de vida, ser un referente en la televisión actual. Por el tono del programa, por la tarea del presentador y porque hemos visto de invitados a personas que habitualmente no tienen cabida dentro de los convencionales programas de entrevistas. Sí, en el programa de Broncano también va gente mainstream, hemos visto a Resines, Piqué o Laura Pausini, pero también han regalado deliciosas entrevistas la embajadora de Polonia o el mejor jugador español de póquer. El presentador ha sabido enamorar a la audiencia y los invitados gracias a su empatía, gracias a que les pregunta cosas poco habituales, como repasar lo que dice la Wikipedia de ellos o gracias al surrealismo que a menudo sobrevuela el teatro donde se graba el programa y donde puedes acabar viendo, como ayer, al cantante Javier Álvarez bailando con una ardilla gigante.
Broncano también ha conseguido que se le abran en canal los invitados y le confiesen cuánto dinero tienen en el banco y cuánto sexo han tenido el último mes, masturbaciones incluidas. Oír a la maravillosa Candela Peña reconociendo que "si no puedo dormir, soy como un muchacho, que hago un poco así: 'brbrbrbr', a ver si me duermo", no tiene precio. Y como ella, casi todo el mundo. A quien probablemente no veamos nunca sentado en el sofá de La Resistencia sea a Kiko Hernández. Aparte que su perfil derechoso, estirado y dándole solemnidad a temas que son basura no creemos que casaría mucho con un programa donde todo el mundo se ríe de sí mismo, con una sana irreverencia, tampoco parece que el equipo de producción piense en él como posible invitado. Ni él piense en ir a un programa del que se ha despachado a gusto.
Hablando en Sálvame de la boda de Pilar Rubio y Sergio Ramos, la cosa ha derivado en el dinero de los invitados. Carlota Corredera recuerda el leitmotiv de La Resistencia y Lidia Lozano que baja de la Luna: "¿Pero en ese programa pagan por decirlo?". Ni lo ha visto en su vida y al mismo tiempo se piensa que todo en esta vida está en función del dinero. Es lo que tiene trabajar donde trabaja. La presentadora sigue mencionando el programa de Broncano: “Da a elegir entre cuántas relaciones has tenido en el último mes y cuánto dinero tienes en el banco. Kiko, ¿tú eliges la del dinero, no?”. Corredera toca hueso. Y el colaborador monta en cólera: “Yo estoy alucinando de verdad. Me parece una indecencia preguntarle a alguien cuánto dinero tiene, pues mire usted, el que haya ganado trabajando. A mí, que lo preguntes tú que te considero amiga y una buena profesional, también me parece fuera de lugar”.
Hernández furibundo:“Preguntar a alguien cuánto dinero tiene en el banco es para decirle ¡y a usted que el importa! ¿Cuánto tiene su madre?. A un político sí me gustaría saberlo pero a un colaborador... será lo que haya ganado fruto de mi sudor y de mi trabajo pero qué es esto. Luego dicen de este programa'”. Puedes ver el momento cliqueando en la foto (a partir del 01h05'20"):
En Sálvame nunca han hurgado con el dinero o los dramas económicos de sus invitados. Nunca... Como indica la cuenta de Twitter de La Resistencia, con según qué críticas más vale tomárselo con humor y "Que esto sea lo primero que vea la gente al entrar en la cuenta":