Kiko Matamoros y Marta López Álamo son, desde el pasado 6 de junio, marido y mujer. El colaborador televisivo y la modelo pasaron por el altar en una ceremonia religiosa que fue el preludio de una juerga monumental en el hotel Ritz. El lujoso establecimiento se hizo cruces con el comportamiento de algunos invitados al enlace, que actuaron de manera poco decorosa, llegando incluso a hurtar elementos decorativos, presuntamente. Pobre gente, la del Ritz, vaya racha. Primero Matamoros y después Tamara Falcó y compañía. Un no parar.
Hablando de la Falcó e Íñigo Onieva: mira por dónde que al final la marquesa y el consorte durarán más que la mencionada pareja. Nadie apuesta ni medio céntimo porque aguanten toda la vida. Ni siquiera un par de años. Pero con poca cosa que hagan, y teniendo en cuenta que están a punto de marcharse de luna de miel a Australia y que no volverán hasta septiembre, ya habrán superado la marca de Kiko y Marta. Sí, porque el exrepresentante de 66 años y la influencer de 26 están pasando por su primera crisis. Están distanciados y la armonía, la vitalidad y la felicidad han dado paso a la apatía en un tiempo récord. Matamoros, en cada boda, se consume antes.
Los matrimonios de Kiko Matamoros, cada vez más breves
Kiko ha estado casado tres veces. La primera con Marián Flores, hermana de Mar Flores. Estuvieron juntos 14 años y tuvieron 4 hijos. Después vendría una relación de décadas con Makoke, la exazafata del Telecupón reconvertida en tertuliana y personaje del colorín de Telecinco. Empezaron a salir cuando el divorcio de Flores todavía coleaba, sospechoso. 18 años después, en 2016, y con una historia en común que se hundía decidieron casarse. Un movimiento más mediático que amoroso, porque él le ponía los cuernos y ella tampoco había sido fiel toda la vida. Era la crónica de una muerte anunciada, y menos de 2 años después del bodorrio partían peras de manera violenta, abrupta y sin solución. Kiko tenía amiguitas en cada puerto, pero solo una le robó el corazón... y lo que no es el corazón: una jovencísima Marta López Álamo, de 22 años, a la que conoció en su discoteca de cabecera.
Marta López, desmotivada y distanciada un mes después de la boda
Este nuevo idilio cristalizó rápidamente, y la boda parecía el gesto definitivo. Al enlace le sucedió la luna de miel en Sri Lanka, parecían radiantes y superenamorados. Pero desde que volvieron algo se ha muerto. Y no solo 'Sálvame'. La pareja, que compartía contenido juntos sin descanso, ahora ha hecho un paréntesis que no hubiera llamado la atención si no fuera por la publicación de la modelo de hace unas horas. Después de desfilar en la Semana del Alta Costura de París, confiesa que "no estoy en mi mejor momento anímicamente. Me siento desmotivada con todo, y aunque intente ser positiva no sale. Os lo cuento por si no me veis mucho poraqui, y si os pasa, no estáis solos". Sospechoso. La llama se apaga y de qué manera.
Matamoros, un novio divertido y gamberro, pero un marido que es una ruina.