Kiko Matamoros pasa uno de los momentos más complicados de su vida. El colaborador de 'Sálvame' lleva diez años arrastrando un glaucoma que está a punto de dejarlo totalmente ciego. Pero es que a la dramática enfermedad que sufre en los ojos hay que añadir el terrible diagnóstico médico que acaba de conocer: tiene varios tumores en la vejiga.
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El empresario madrileño ha revelado a la revista 'Lecturas' que pasará por quirófano a primeros de agosto: “Tengo varios tumores y me van a operar de urgencia. Me pongo en lo peor. Los médicos no son muy optimistas. Estoy preparado para que me digan que es cáncer”. Fue hace justo un mes cuando Matamoros descubrió que alguna cosa no iba bien: “Un día me desperté de madrugada en medio de un charco de sangre y me levanté con ganas de orinar y, horrible, todo sangre, con coágulos... Aguanté el chaparrón como pude”.
La nueva novia de Matamoros, Marta López Álamo, lo acompañó enseguida a un hospital: “Intentaron hacerme un análisis de orina, pero fue imposible porque lo que había era sangre. Con una ecografia de los riñones y vieron que tenía la vejiga llena de sangre y coágulos”, declara a 'Lecturas'.
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Kiko Matamoros no ha confesado hasta ahora cuál es su estado de salud. En 'Sálvame' lo ha escondido durante semanas e incluso ha pasado algún momento de angustia: “Una tarde mientras estaba en la tele, llevaba un Vaquero y vi que se empezaba a empapar de sangre”.
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El colaborador de televisión lo ha explicado antes a la prensa que a algunos de sus hijos. Son cinco pero sólo ha hablado con dos de ellos, Laura y Ana Matamoros. Los otros se habrán enterado de lo que tiene su padre cuando han visto la portada de 'Lecturas'.