Kiko Matamoros puede estar rozando un récord mundial: el del rostro más operado de la humanidad. Sí, sabemos que el 'Ken humano' Rodrigo Alves, quién, por cierto, ahora es la 'Barbie humana', puso el listón muy alto, pero paso a paso el tertuliano y exrepresentante va escalando posiciones a sus 66 años. Kiko se ha hecho tantos retoques que cualquier semejanza con él mismo es pura coincidencia; un montón de visitas a quirófanos y centros de estética que serían impensables, pero sobre todo impagables, para la mayoría de mortales. Cosa que en su caso es todo lo contrario: ha sublimado el arte de operarse por la cara, gratis. Que si una mención en la tele aquí, que si un post de Instagram allí, o que si mi hijo ha ligado con una cirujana plástica... el caso es que siempre moja. Leyenda.

Por el motivo que sea, sin embargo, Matamoros tiene que ir cambiando de médico, de profesional, de clínica e incluso de repertorio a la hora de vender el pescado. Y acaba de salir del horno la última muestra de su enésimo retoque facial: "Hilos tensores y marcación mandibular" a cargo del doctor Valenzuela, de un centro de Madrid. Los vídeos no son, precisamente, el colmo de la innovación audiovisual. Más bien da 30 saltos atrás en el tiempo, bajando al nivel de tele local en el peor sentido de la palabra. Cutre, cutre. Espachurrado en la butaca donde procederán a tunearle la cara, dice con voz carajillera: "Bueno, Alejandro, me pongo en tus manos". Después de un diálogo de teletienda a las 5 de la madrugada, procedemos a contemplar la operación. Operación sin bisturíes, pero con pinchazos e inyecciones a espuertas.

Kiko Matamoros / Instagram

Si son lectores con fobia a las agujas o los pinchazos, estas imágenes no son las que más ilusión les harán. Les ahorraremos el vídeo, compartido vía stories por el mediático. Después de que el especialista advierta que "hay un poquito de flacidez" y de atravesarle la piel con una especie de alambres o cordeles, un "lífting sin cirujía", pasamos en el festival medio gore de Matamoros con los ojos cerrados y aspecto de más allá que de aquí. No hay ningún tipo de rubor, se enseña todo. Recuerda a un taxidermista, pero no importa. Hay que impactar al espectador, este sería el trato comercial. No sabemos, sin embargo, si la efectividad será la buscada: vienen ganas de salir por piernas.

Kiko Matamoros / Instagram
Kiko Matamoros / Instagram
Kiko Matamoros / Instagram

Kiko siempre está en proceso de remodelación por fuera; por dentro ya sabemos que la cosa está más jorobada. Lo vimos en 'Supervivientes', y seguro que no ha mejorado. La exhibición nos recuerda a otros episodios firmados por Pipi Estrada, congénere indiscutible de Matamoros, u otras situaciones protagonizadas por la propia exestrella de 'Sálvame'. En aquel plató llegó a enseñar una complicada operación que estremecía de manera terrorífica: "Quiero llegar a los 70 años y tener un cuerpo de 40. Si hay pelotas para poner las imágenes hay pelotas para comentarlas. Me he extirpado las glándulas mamarias, una liposucción en la que me han quitado tres litros de grasa y me han colocado unas cánulas bajo la piel que drenarán el líquido para dejar a la vista mis abdominales naturales.Lo próximo será la papada, me meterán una cánula por aquí. Cuatro horas en el quirófano y ahora tienen que hacerle curas periódicas. El resultado final no se verá hasta dentro de seis meses que estaré fetén. Ajá. "Voy a estar un año sin verte", le dice al acabar al galeno de hoy. Ya veremos. Ni de coña.

Kiko Matamoros, adicto a las operaciones / Telecinco