Pasaron de novios durante dos décadas a un matrimonio fugaz de 2 años y, actualmente, son enemigos irreconciliables. Pero a pesar del odio que se profesan el uno por el otro, Kiko Matamoros y Makoke tienen muchas cosas en común. Por ejemplo, tienen una hija, Anita Matamoros. También cumplen años a finales de diciembre; él, el 27, hizo 64. Ella, el 23, supuestamente alcanzaba los 51, pero todos sabemos (y EN Blau lo demostró) que tiene, como mínimo, 56. Comparten medio de vida, la televisión, y una pasión: retocar su físico de todas las maneras posibles. Los dos son la viva demostración de que "El curioso caso de Benjamin Button" no es sólo una película de cine.
Bien, en el caso del colaborador de 'Sálvame', sus esfuerzos por mantenerse joven son "encomiables", aunque la realidad supera a la ficción. Ahora bien, como mutación física, Kiko es digno de estudio. Desde que el representante reventó mediáticamente, la transformación es escalofriante. Es una persona diferente, y punto. Si nos fijamos en su ex, antigua azafata del 'Telecupón', la cuestión es más curiosa. Hace 20 años parecía mayor que en la actualidad. Las comparaciones no es que sean odiosas, es que te dejan de pasta de boniato. La imagen que circula de ambos a principios del 2000, compartiendo photocall con Coto Matamoros y su representada Carmina Ordóñez, es de museo. De biología, de cera o de los horrores, pero tiene que ser custodiada.
KIKO Y MAKOKE DÉCADA DE 2000:
KIKO I MAKOKE A 30 DE DICIEMBRE DE 2020:
Dice la canción que "20 años no es nada". Ni 20, ni 30, ni 56 ni 64, vaya. Con Kiko y Makoke, todo es posible.