'Sálvame' ya no es lo que era. Y no solo por la pérdida sistemática de audiencia, que ha provocado cambios sustanciales en el formato del programa de Jorge Javier Vázquez en Telecinco. La plantilla también se ha visto afectada. Presentadoras que ya no están (Carlota Corredera y Paz Padilla), directores que van y vienen, tertulianos de segunda y colaboradores míticos que cada vez salen menos... Vaya, que pronto no lo conocerá 'ni la madre que lo parió'. Entre los que ya no participan en las tertulias hay un nombre propio que ha cambiado Madrid por Dubái, España por los Emiratos Árabes: Kiko Matamoros. Un poco como Juan Carlos de Borbón, con quien comparte problemas con la Hacienda pública, afición por la tauromaquia, animadversión por el catalanismo... Y una cosa más: una afición por mejorar su imagen y luchar contra el envejecimiento.

Bueno, una lucha desigual. Matamoros gana por goleada. En edad, mucho más joven que el emérito, y en intervenciones. Hemos perdido la cuenta. A Juan Carlos le hacían tratamientos antiaging en Barcelona, el televisivo se los hacía en Madrid. Los del segundo son mucho más espectaculares, la verdad. Algunos grotescos. Como aquellos días antes de pasar por quirófano por otra razón médica que se complicó mucho. Cuando abandonó el hospital era el hombre cadáver. Y los estiramientos faciales no le favorecían mucho.

Kiko Matamoros demacrado con su novia Marta López Álamo / @martalopezalamo

Kiko, como Juan Carlos, también tiene una habilidad. Conseguir servicios y obsequios casi por la cara. Matamoros, en todo caso, paga en especies: hace vídeos en sus redes sociales y hale, apañao. Un intercambio comercial, como cuando hacía publicidad en el programa dejando caer que buena era la clínica tal o el médico pascual. El madrileño ha perfeccionado su técnica desde que comparte su vida con Marta López Álamo, su novia modelo e influencer, y que ha sido determinante para el traslado de la pareja y presuntamente, futuro matrimonio. Más que perfeccionado, podríamos decir que las ha hecho más descaradas. El último vídeo es de traca: ha ido a dos centros a hacerse tratamientos, uno contra el dolor muscular (lo vimos sufrir mucho en 'Supervivientes'), y el otro para tunearse la cara. El resultado del apartado dolor, mitigado con un aparato extraño con una lucecita, lo desconocemos. El del rostro... está igual. O peor.

Kiko Matamoros retocándose la cara en Dubái / Instagram
Kiko Matamoros después de retocarse la cara en Dubái / Instagram
Kiko Matamoros en pleno tratamiento en Dubái / Instagram

Como publicista quizás no tiene futuro, pero como humorista, un 10. Resulta que después de hacerse el tratamiento Matamoros nos recomienda visitar la clínica de estética árabe con una fórmula espeluznante. Una sandez: "Los resultados han sido notables al momento. Totalmente recomendado si visitáis UAE". Sí, como quién va a Benidorm, a Peñíscola o a Chinchón a hacer un picnic. Los españoles están encantados. Le dicen de todo. "No pierda usted la perspectiva señor", "también gratis?", "no te hagas más cosas en la cara sé tú mismo a veces", "va a terminar como Tutankamón", "resultados visibles al momento??? ¡Por el amor de dios!!", "no tenemos dinero para el tratamiento en Dubái"... Este es el vídeo:

El mensaje de Kiko Matamoros después de retocarse en Dubái / Instagram

Mucha cara, la de Kiko. De hormigón.