Isabel Pantoja se encuentra en medio de una tormenta emocional y financiera que no parece tener fin. A pesar de estar inmersa en su gira del 50 Aniversario, la cantante no puede evitar tener la mente en su finca de Cantora, su joya más preciada, pero también el foco de su mayor preocupación. Y es que el futuro de esta propiedad, y de su propia herencia, está en manos de su hijo, Kiko Rivera, quien parece haber dejado de ser un aliado para convertirse en el mayor dolor de cabeza de su madre.
Cantora, la finca que Isabel Pantoja heredó tras la muerte de Paquirri, ha sido durante décadas el símbolo de la familia Pantoja. Sin embargo, esa herencia se ha convertido en un verdadero problema. Isabel, que posee el 51% de la propiedad, ha intentado por todos los medios vender la finca para saldar las deudas que la asfixian, pero no puede hacerlo sin el consentimiento de Kiko Rivera, quien tiene en su poder el 49% restante. Y aquí es donde radica el drama.
El miedo de Isabel Pantoja: ¿Kiko destrozará Cantora?
Según fuentes cercanas a la artista, Isabel no se fía de su propio hijo. Temiendo que Kiko, en un arrebato de ira, tome la finca por la fuerza y la destroce, Isabel ha tomado medidas desesperadas. “En el momento que abandone la finca, le da miedo que el otro propietario entre y se la destroce", reveló el periodista Antonio Rossi en Telecinco. Incluso ha solicitado seguridad privada para proteger la propiedad, pero el temor persiste. La tonadillera sabe que Kiko, con el respaldo de las autoridades, podría entrar en Cantora en cualquier momento, algo que le quita el sueño.
El asunto va más allá de un simple desacuerdo familiar. Isabel ha expresado en varias ocasiones, de manera velada, que teme que Kiko, en un acto de venganza o desesperación, cause un destrozo en Cantora. Y su miedo no es infundado. El DJ no ha ocultado su resentimiento hacia su madre desde que salieron a la luz las tensiones por la herencia, y no sería la primera vez que se rumorea sobre sus intenciones de hacer algo radical.
Cantora en venta: un nuevo comienzo para Isabel Pantoja y un nuevo desafío para Kiko Rivera
La desconfianza de Isabel Pantoja hacia su hijo no es solo por Cantora. En el fondo, la gran preocupación de la cantante es qué pasará con su el resto de la herencia cuando ella ya no esté. A pesar de sus intentos por mantener una relación cordial con Kiko, las diferencias entre ambos son cada vez más profundas. Isabel, que ya ha dejado claro en varias ocasiones que no se fía de su hijo, está preocupada de que Kiko no gestione adecuadamente la herencia que le corresponderá.
Mientras Isabel intenta vender Cantora y mudarse definitivamente a su nueva casa en Madrid, donde espera comenzar una vida lejos de las cámaras, la pregunta que todos se hacen es: ¿Qué hará con su herencia? Cantora ya tiene compradores, un grupo inversor que también está detrás de su gira del 50 Aniversario, y parece que el acuerdo está a punto de cerrarse. Pero el problema sigue siendo el mismo: Kiko.