Si las últimas semanas no habían sido lo suficientemente movidas en el clan Pantoja, con muertes, bodas, reencuentros, supuestas infidelidades y muchas discusiones, el fin de semana ha complicado un poco más la cosa. Telecinco tiene buena parte de culpa: llevaron al 'Deluxe' a la hermana de Paqurri, Teresa Rivera, que soltó que Isabel Pantoja era infiel al difunto torero con una mujer de su propio entorno familiar. Una deslealtad que ella sabía, asegura, antes de que se consumara el matrimonio más famoso del papel couché en España, pero que ha callado durante 38 años por miedo. Se ve que como su enemiga se encuentra en uno de los momentos más débiles de su existencia era el momento de atacar con esta confesión, que por por otra parte no es nueva: muchos la habían difundido antes que ella, pero con otros ingredientes.
Ahora bien, quizás que la Pantoja no esté tan hundida como pueda parecer, porque a raíz de la muerte de su madre, Doña Ana, se han producido acontecimientos impensables, extraordinarios y muy extraños. Tanto como que Kiko Rivera haya firmado la paz, haya entrado en Cantora y haya girado la tortilla de la guerra familiar que ha mantenido con ella por la herencia del torero. Después de destruir la reputación de su madre durante meses y ganar 'una pasta gansa' en Mediaset, ahora 'dónde dije digo, digo Diego'. Y los malos han pasado a ser Telecinco, Jorge Javier Vázquez, María Patiño e incluso Anabel Pantoja, su prima. Triple mortal carpado con tirabuzón, como mínimo.
El cambio radical y repentino ha dejado alucinado al público. Y Kiko lo hace sin despeinarse, no para que sea bastante calvo, no: es que tiene mucha experiencia toreando a la prensa de corazón y exprimiéndola. Es tan grotesco que resulta cómico, la verdad. El caso es que la productora que se ha gastado una morterada en su historia, La Fábrica de la Tele (que no gana para disgustos), quiere respuestas. El problema es que el que hace tres semanas era un amigo y protegido ahora no quiere verlos ni en pintura. Y ha pasado a la acción. ¿Cómo? Con un ramalazo de mala leche contra los periodistas del programa 'Socialité' de María Patiño que hacían un directo desde su domicilio. No sólo no los ha atendido, es que se ha dedicado a grabarlos con su móvil desde una ventana, a escondidas. Vaya escena.
Mientras la reportera catalana Laura Roigé conectaba con Patiño, Kiko se dedicaba a hacer directos con sus seguidores y a atacar a diestro y siniestro: "Sin mí, la prensa rosa no sería nada. No hay derecho a que estén debajo de mi casa. No puedo ir al parque con mis hijas. Si ellos me graban, yo los grabo". De allí pasaba a palabras mayores: "A tomar por culo. Insultaré a todo el que quiera. Hasta la polla de estos de aquí abajo. Ser pesado y hacer acoso, no". Una de las internautas que seguían la intervención, una tal Yoli, ha salido mal parada tras osar decirle una verdad como un templo: "te lo has buscado". Rivera la amenazaba como un sheriff: "No te confundas tú. No hagas que te bloquee a ti también. Tengo derecho a contar lo que me salga de los cojones. Así que vete un poquito a tomar por culo tú también, Yoli". Pobrecita.
Rivera ha acabado con una cuchillada a sus pagadores de Mediaset: "pues sí, viva Antena 3, qué quieres que te diga". Ahora bien, ha quedado retratado porque no parece que domine demasiado la parrilla de la competencia: "la veo muchísimo, a mi me mola. Veo los programas que hay, Tú Cara me Suena... el Sing, el Mask éste de las máscaras... me mola mucho". Para ser un fan no tiene ni idea, la verdad.