El hijo de la Pantoja, Kiko Rivera, acaba de comprobar en sus propias carnes, nunca mejor dicho, que el balón gástrico no es un milagro para mantenerse delgado. Se necesita hacer vida sana y mantener una alimentación equilibrada. La pelota dentro del estómago sirve para dar sensación de saciedad más rápido, pero no impide engordarse. Paquirrín ha mutado por tercera vez. Dos años después de haberse operado, vuelve a ser gordo:
PAQUIRRÍN 2014:
PAQUIRRÍN 2018:
PAQUIRRÍN 2020:
Francisco Rivera Pantoja, a quien la folclórica puso el mismo nombre que su hermano Fran Rivera Ordóñez, es hijo del torero y no tiene miedo. Cuelga en instagram una foto con barriga confesando: "He ganado unos kilos".
Tres paquirris en uno: el de los inicios, el delgaducho del balón gástrico y adicción en la cocaína y el mejor: el actual.